Comunidad de Madrid

«Se necesitan auténticos maestros»

Por primera vez en una Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) un Pontífice mantuvo ayer un encuentro con profesores universitarios de todo el mundo. El protagonista no podía ser otro que Joseph Ratzinger, quien antes de llegar al solio pontificio fue uno de los más respetados profesores de Teología de la Iglesia católica.

Benedicto XVI en el encuentro que mantuvo con los profesores en la basílica de El Escorial
Benedicto XVI en el encuentro que mantuvo con los profesores en la basílica de El Escoriallarazon

Entre los birretes y mucetas de los alrededor de 1.500 doctores congregados en la basílica de San Lorenzo de El Escorial, Benedicto XVI se encontraba como pez en el agua. Los docentes le dedicaron a su llegada varios minutos de aplausos mientras sonaba en el órgano la música de J.S. Bach. El escenario y el auditorio no podían ser más conmovedores para el Papa. El Pontífice recordó en su alocución sus «primeros pasos como profesor en la Universidad de Bonn», un tiempo en el que todavía «se apreciaban las heridas de la guerra» y eran «muchas las carencias» pero en el que «la ilusión todo lo suplía». Era aquella una época de unión de profesores y alumnos en búsqueda de la verdad, un «ayuntamiento de maestros y escolares con voluntad de aprender los saberes», dijo citando a Alfonso X el Sabio.

Hoy la situación es diferente, opinó el Papa, ya que vivimos en una sociedad «quebradiza e inestable». «Cunde en la actualidad una visión utilitarista de la educación, también universitaria, difundida especialmente desde ámbitos extrauniversitarios». Esta perspectiva lleva a una concepción insuficiente del hombre, lo que hace que los que «hayan vivido la Universidad» como el Pontífice sientan «sin duda» el «anhelo de algo más elevado que corresponda a todas las dimensiones» humanas. Cuando los faros son sólo «la utilidad» y «el pragmatismo inmediato», las pérdidas pueden ser dramáticas, desde los abusos de una ciencia sin límites hasta el totalitarismo político, advirtió en su discurso. Ante estos riesgos la «genuina idea de Universidad» nos preserva de esa visón «reduccionista y sesgada» del hombre.

Insistió el Papa en la búsqueda de la verdad ante los profesores universitarios, que conformaban con los distintos colores de sus birretes un arcoíris en los bancos de la basílica herreriana. En este camino hacia la verdad debe ser protagonista la Universidad, que «no por casualidad fue promovida por la Iglesia». «La Universidad encarna, pues, un ideal que no debe desvirtuarse ni por ideologías cerradas al diálogo racional, ni por servilismos a una lógica utilitarista de simple mercado, que ve al hombre como mero consumidor», destacó el Papa.

Abiertos a la verdad

Para esta misión son imprescindibles los profesores universitarios, que deben convertirse en «auténticos maestros», como necesitan los jóvenes. Éstos precisan de personas «abiertas a la verdad total en las diferentes ramas del saber», personas «convencidas de la capacidad humana de avanzar en el camino hacia la verdad». Si actúan así, los docentes obtendrán frutos, pues la juventud «es tiempo privilegiado para la búsqueda y el encuentro con la verdad». Las palabras del Pontífice fueron precedidas por las del cardenal Antonio María Rouco Varela, arzobispo de Madrid.

El también presidente de la Conferencia Episcopal Española destacó que había presentes profesores tanto de universidades de la Iglesia como de iniciativa social o estatal. Además, señaló que esta iniciativa había sido acogida «con sentimientos de honda y filial gratitud para con el Papa» por parte de los catedráticos y profesores.

El cardenal Rouco recordó que Benedicto XVI, quien «conoce por dentro la institución universitaria», está preocupado por el presente y el futuro de los jóvenes, que muchas veces no ven satisfechas sus «expectativas profesionales» con las que acudieron a la universidad.


Figar, con bendición
La consejera de Educación de la Comunidad de Madrid, Lucía Figar aprovechó en el besamanos en representación de la comunidad universitaria para manifestarle que esta región «defiende la vida y la familia», a lo que el Papa respondió que eso es «muy importante». En un tono más personal, Figar comentó que al hacerle saber al Papa que está embarazada, «él ha bendecido a la criatura». La consejera de Educación madrileña también valoró la organización del acto en El Escorial como «muy original y acertada».