África

Mogadiscio

Al Qaida prohíbe a la ONU ayudar a los hambrientos

La milicia somalí intenta quedarse con los suministros 

Un grupo de milicianos de Al Shabab, grupo integrista somalí que controla parte del sur del país, fotografiados cerca de Mogadiscio
Un grupo de milicianos de Al Shabab, grupo integrista somalí que controla parte del sur del país, fotografiados cerca de Mogadisciolarazon

Mogadiscio-El grupo radical islámico Al Shabab, vinculado a Al Qaida y que controla gran parte del sur de Somalia, reiteró ayer en una rueda de prensa que las organizaciones de ayuda humanitaria de la ONU siguen sin tener su permiso para actuar en su zona, donde se ha declarado oficialmente el estado de hambruna.

«Quiero confirmar que nunca hemos anunciado que hayamos dado acceso a las agencias a quienes en su día prohíbimos que actuaran en las áreas que controlamos», aseguró portavoz de Al Shabab, Sheikh Ali Mohamud Raghe. «Las agencias a las que hemos ofrecido acceso (a la zona afectada por la hambruna) no estaban en la lista de organizaciones prohibidas», concretó.

Entre las agencias a las que Al Shabab prohibió hace un año actuar en la zona se encuentran el Programa Mundial de Alimentos (PMA), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef.
El anuncio de Al Shabab se produce dos días después de que el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, solicitara el envío urgente de fondos por parte de la comunidad internacional para evitar la muerte de miles de personas en Somalia.

Sin embargo, Raghe restó ayer importancia al llamamiento de Ban y aseguró que aunque la gente de Somalia sufre la falta de comida y agua, la situación estaba siendo manipulada.
«Las agencias de ayuda humanitaria quieren manipular la situación; no hay hambruna en Somalia, pero sí que hay falta de comida en algunas regiones», dijo Raghe.

Según cifras de la ONU, que declaró el pasado miércoles oficialmente el estado de hambruna en dos regiones del sur de Somalia, Bakool y Baja Shabelle, casi la mitad de la población somalí, unos 3,7 millones de personas, está en una situación de crisis humanitaria.
Abdukader Mohamed Osman, analista político somalí que ha acudido a la zona afectada, asegura que «Al Shabab está mezclando la política con la ayuda humanitaria, lo que es una muestra de su debilidad. Están cometiendo más crímenes al intentar esconder el problema de la hambruna, porque de esta manera lo único que consiguen es matar de hambre a más gente».

Habitantes de la zona afectada aseguran que los rebeldes de Al Shabab les están impidiendo llegar a Kenia y Etiopía –a donde se han trasladado miles de somalíes en busca de ayuda– y que además no les permiten llegar a las zonas controladas por el Gobierno, donde sí que está llegando ayuda de Naciones Unidas.

España reclama un esfuerzo global
España pidió ayer un «esfuerzo global conjunto» para salvar a los millones de personas que están sufriendo los devastadores efectos de la sequía y el hambre en el Cuerno de África. La secretaria de Estado española de Cooperación Internacional, Soraya Rodríguez, hizo ese llamamiento desde el campo keniano de refugiados de Dadaab, el mayor del mundo, para ayudar al «Haití de 2011», como se refirió a la tragedia que padece la región. «Espero que los países que tradicionalmente no responden den un primer paso», dijo.