
Alimentación
Tombet de cordero a la voracidad de Groucho Marx
Julius Henry, «Groucho» Marx, habría pasado por el prototipo de anti gourmet norteamericano si alguien no hubiera descubierto su gusto por los buenos guisos. Samuel Bronston, tras producir varias películas en España, se llevó a su servicio y a su mansión de Hollywood a un matrimonio de Atzeneta del Maestrat.

En una ocasión en que éstos se habían cocinado un tombet castellonense, hecho a base de rost beef recalentado, plátanos y huevos duros, Groucho se dejó caer por la casa, se coló en la cocina y en un visto y no visto se zampó enterita la cazuela del guiso. Es posible que, cuando la cocinera descubriera el desaguisado y mirara inquisitiva al humorista, éste le respondiera con una de sus frases favoritas: «¿A quién va usted a creer, a mí o a sus ojos?».
La receta
Ingredientes
1 kg. de carne de cordero
1 cebolla mediana
1 tomate
1 cabeza de ajo
1 hoja de laurel
1 pizca de azafrán
Una copa de brandy
Aceite de oliva
Sal
Ramitas de perejil
Preparación
1- Se corta la carne de cordero en dados pequeños y se sofríe en una cazuela de barro, con el tomate troceado, la cebolla cortada en juliana y el ajo machacado.
2- Cuando se inicie la cocción, se añade un poco de agua y la copa de brandy. A continuación se pone la hoja de laurel, el perejil picado y el azafrán. Hasta que esté hecho el guiso y para que no se pegue al fondo, conviene darle de vez en cuando vigorosas sacudidas.
3-Cuando esté acabado, se sirve en un plato hondo adornando con unas ramitas de perejil.
Los beneficios
Estimulante del sistema nervioso
La carne de cordero contiene un alto porcentaje de poco saludable grasa saturada, pero ésta se puede retirar fácilmente y aprovechar el resto de sus beneficiosos aportes nutricionales, como proteínas de alta calidad biológica, vitaminas del grupo B, especialmente de B2, que mejora las defensas y potencia la producción de glóbulos rojos, y de B12, que previene la anemia y las posibles alteraciones del sistema nervioso. También es rica en hierro hemo, que se absorbe fácilmente; en fósforo, que mejora el sistema nervioso y potencia la actividad muscular, y en zinc, que además de su acción antioxidante, interviene en la mejora del gusto y el olfato. Por su parte, la cebolla es diurética, depurativa, antiasmática y anti inflamatoria.
Mantener el tipo
Las patatas fritas que suelen servir en los establecimientos de «comida rápida» o «comida chatarra», además de patata, contienen aceite de soja parcialmente hidrogenado, generoso en las muy colesterolémicas grasas trans, aroma de ternera, dextrosa y pirofosfato ácido de sodio, como colorante. Además, se fríen en grasas parcialmente hidrogenadas de maíz, algodón y girasol. Todo ello las convierte en un verdadero peligro en cualquier proyecto de mantener el tipo.
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