Congreso de los Diputados

Los diputados también van en «business»

Sólo IU pidió formalmente, con motivo de la crisis, que sus señorías viajaran en turista para dar ejemplo.

La Cámara Baja ha hecho oídos sordos a las peticiones para que facilite el presupuesto destinado a los viajes de los parlamentarios
La Cámara Baja ha hecho oídos sordos a las peticiones para que facilite el presupuesto destinado a los viajes de los parlamentarioslarazon

MADRID- El eco por el escándalo de los eurodiputados españoles que votaron el miércoles en contra de viajar en clase turista llegó ayer al Congreso. Y es que, como podrán imaginar, diputados y senadores también viajan en primera clase. ¿Razón? La versión oficial dice que Iberia les ofrece «business» a precio de turista gracias a un convenio firmado con la aerolínea hace once años No existe acuerdo alguno con Renfe, donde sus señorías viajan en primera pagando el billete completo.
¿Cuál es el presupuesto que las Cortes Generales destinan a viajes de sus señorías? A saber. Como si el dinero no saliera del bolsillo del contribuyente, la Cámara Baja se negó ayer a facilitar los datos. Es la enésima vez que los servicios del Congreso hacen oídos sordos a la petición reiterada de los medios de comunicación para conocer estos gastos. «Preguntaremos al secretario general», fue la respuesta que se dio desde la Presidencia del Congreso. La pregunta nadie sabe si se hizo, pero la respuesta no llegó. Y lo mismo ocurre con la partida de kilómetraje, que también es una incógnita. Lo más que sabemos es que si los diputados viajan en coche reciben 0,25 euros por kilómetro y que para desplazarse por Madrid cuentan con una tarjeta con un límite anual de 3.000 euros para el servicio de taxi. Esta última dádiva se aprobó en 2006, cuando Manuel Marín era presidente de la Cámara Baja, al mismo tiempo que se aprobó el régimen especial de pensiones para sus señorías, ese que hace más de dos meses José Bono se comprometió a revisar y aún no ha hecho nada.
Avión, tren, coche y taxi gratis…, además de los 1.823 euros al mes que reciben los diputados de fuera de Madrid en concepto de indemnización para gastos de estancia y como complemento a la llamada asignación constitucional de 3.000 euros mensuales. Capítulo aparte merecen las dietas por viaje oficial: 150 euros al día cuando salen al extranjero y 120 cuando lo hacen dentro de España.
Izquierda Unida ha sido el único grupo parlamentario que ha pedido formalmente, y como consecuencia de la crisis económica, que los viajes de los diputados se realicen en turista y no en preferente para dar ejemplo. Gaspar Llamazares se lo planteó al presidente del Congreso el pasado mes de febrero, justo cuando Bono, en respuesta a una propuesta de Rajoy durante un mitin de fin de semana para acabar con los privilegios de sus señorías en materia de pensiones, planteó la necesidad de reformar no sólo el sistema de protección social, sino también endurecer el régimen incompatibilidades y publicar su patrimonio y su renta.
La petición de Llamazares, igual que el compromiso de reformar pensiones e incompatibilidades, duerme el sueño de los justos en algún cajón de la Cámara. Ni PSOE ni PP ni otros muchos están por la labor de acabar con sus prebendas. Basta recordar el almuerzo de hermandad que presidió Bono hace un año con todos los portavoces para que de allí saliera una conjura en defensa de las pensiones de los diputados. ¿Recuerdan? Once años en el escaño ya les concede el derecho a la pensión máxima de jubilación, mientras que el común de los mortales tiene que trabajar hasta los 67 y haber cotizado al menos 25 para obtener el cálculo.