Bruselas

Bruselas respalda el cierre temporal de la frontera francesa ante la oleada de inmigrantes

La Comisión Europea está manteniéndose detrás de la barrera en el enfrentamiento entre Francia e Italia por los inmigrantes tunecinos, a pesar de ser la responsable de vigilar el cumplimiento de las reglas Schengen de la Europa sin fronteras.

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Bruselas- La comisaria responsable del ramo, Cecilia Malmström, aprobó ayer el bloqueo temporal en el paso ferroviario fronterizo de Ventimiglia entre ambos países, ocurrido el pasado domingo, cuando los extranjeros intentaban llegar a suelo francés. El cierre provocó la furia del Gobierno italiano, tan molesto con el resto de sus colegas europeos por la falta de solidaridad en el reparto de los más de 25.000 inmigrantes llegados hasta su territorio tras la ola revolucionaria, principalmente desde Túnez, que llegó a plantearse la semana pasada la conveniencia de seguir en la UE. Ante este llamamiento, el presidente de Rumanía, Traian Basescu ofreció ayer a Italia acoger a 200 refugiados tunecinos en su país. Por su parte, la Comisión justifica que, hasta ahora, París no ha violado ninguna regla, ya que la normativa Schengen permite reintroducir temporalmente los controles fronterizos en caso de que un Estado miembro prevea una «amenaza al orden público» y siempre que no sobrepase «lo estrictamente necesario». Para ello, es suficiente con que lo comunique a Bruselas, tal y como ha hecho Francia con el envío de una carta. Es el Estado miembro quien determina qué es una amenaza, con la Comisión poco activa hasta ahora en opinar si el cierre fue injustificado o marcar líneas rojas para futuros controles. Francia, que intenta evitar que los tunecinos se reagrupen con sus familiares realizando controles policiales en la frontera, ya tuvo problemas con la Comisión hace un año con la expulsión de gitanos.