Novela

Hombres descolocados

La Razón
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Cuando las mujeres seguimos en evidentísima discriminación en todos los terrenos, y para eso no hay más que ojear los datos, son muchos los hombres incapaces de luchar por la igualdad con nosotras. Vivo rodeada de chicos, tengo pareja, hermanos y amigos adorables. Los hombres me han demostrado su fidelidad, su coraje, su pelea por hacerse mejores. En una palabra: amo a mis hombres. Y además hay ciertos rasgos de su raza (para mí varones y hembras somos dos razas) por los que siento profunda admiración. Dicho esto, sigo viendo a la mayoría de ellos muy descolocados con la orientación que va tomando nuestra civilización: la de dejar a la mujer «ser». Y que consiste en que podamos estudiar, trabajar, dirigir, expresarnos con libertad en foros públicos. No depender ni emocional ni económicamente de nadie. Saber que, humildemente hablando, nuestro criterio es tan importante como el de ellos, nuestras acciones dan tanto como las de ellos. Nuestra organicidad, más pacífica, ha de empezar a fluir por los ríos de todos. Sí, creo que el mundo, y lo digo siempre, tiene que feminizarse, porque nosotras seguimos arraigadas a la naturaleza, lo que ambos sexos somos. Pero para eso ellos, vosotros, tenéis que mirarnos y vernos. Reconocer lo que aportamos. Quitaros el miedo. Y jugar a la mimesis de la igualdad. Se empieza jugando y se acaba aprendiendo. También las mujeres tenemos que dejarnos de sometimientos. Es tremendo cuánta hembra se aferra a la comodidad de no asumir responsabilidades más allá de las domésticas; cuánta hembra deja de hablar cuando la chistan. Pues eso, que sigo viendo mucho caballero enfadadísimo cuando se toca su inconsciente arcaico. Humor, compañeros, nos necesitamos. Y no hay marcha atrás.