Cataluña

La Generalitat se niega a dar ayudas para traducir del castellano al catalán

Cultura ha rechazado las peticiones de subvención realizadas por las editoriales

El consejero de Cultura, Ferran Mascarell, dialogando con el presidente de la Generalitat, Artur Mas
El consejero de Cultura, Ferran Mascarell, dialogando con el presidente de la Generalitat, Artur Maslarazon

BARCELONA– La consejería de Cultura niega las ayudas económicas para traducir al catalán obras que tengan el castellano como su lengua original. Así lo ha hecho para subvencionar la traducción al catalán de obras literarias escritas en otras lenguas, descartando todas aquellas que son oficiales de España y «de autores españoles».
La Oficina de Apoyo a la Iniciativa Cultural, que depende de la consejería, sostiene que esta función debería ser llevada a cabo por el Ministerio de Cultura porque desde el Gobierno ya se aportan «ayudas para el fomento de la traducción y edición entre lenguas oficiales españolas de obras de autores españoles». Este ha sido uno de los principales motivos esgrimidos por la Generalitat para rechazar las peticiones de ayuda por parte de editoriales catalanas en su última convocatoria.

«Para que todo quede en casa»
El más perjudicado en esta exclusión ha sido el sello Queralt Ediciones, especializado en títulos para escolares, que ha visto como se han declinado todas sus peticiones. Un portavoz de esta editorial aseguró ayer a este diario que «las ayudas de la Generalitat deberían ser para cualquier lengua del Estado porque así todo queda en casa». Tras esta negativa, la editorial también ha descartado dirigirse al Ministerio de Cultura para tener alguna ayuda económica.

Otra editorial afectada por estos controvertidos criterios ha sido Ara Llibres, que no ha podido tener ninguna subvención del departamento que dirige Ferran Mascarell para traducir a la lengua catalana el último trabajo literario de Rosa Regàs, «Contra la tiranía del dinero».

La Generalitat también ha descartado facilitar cualquier tipo de subvención a aquellos títulos que cuentan con el apoyo del Ministerio para su edición en catalán. Eso es lo que le ha ocurrido a Edicions 62 con los últimas obras de Delphine de Vigan y David Grossman, y que han sido objeto de ayudas del Gobierno para la edición de los libros. El mismo caso se repite para Raval Edicions y su edición del volumen titulado «De sobte un truc a la porta» y que no será apoyada por la Generalitat.

En su última convocatoria, la Oficina de Ayuda a la Iniciativa Cultural ha rechazado la totalidad de las peticiones realizadas por las editoriales para poder publicar traducciones al catalán.

Por otra parte, a diferencia de la administración catalana, se da el caso que el Ministerio sí facilita ayudas para la traducción entre lenguas oficiales del Estado. Es un sistema de prestaciones a la edición y que para este año cuenta con un presupuesto cercano a los 2 millones de euros. El departamento que dirige José Ignacio Wert tampoco niega subvenciones a aquellos sellos que también las hayan logrado de otras administraciones, aunque sí baja la cuantía económica cuando esto sucede.
La Generalitat destinó en 2010 un total de 159 millones a promocionar el catalán desde las distintas consejerías.