Bruselas

La canciller fracasa en su intento de «germanizar» la eurozona

La Razón
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Como decía la canción de los irlandeses U2, «somos uno, pero no el mismo». La crisis de la propia Irlanda, o Grecia, ha probado que la eurozona es una, pero la salud de sus Estados miembros no es la misma. Y Alemania llegó con la cura para que todos convergieran hacia el mismo espíritu, que no era otro que el germano. Sin embargo, el plan de la canciller Angela Merkel para mejorar la competitividad se le atragantó durante el almuerzo a los líderes europeos, reunidos en Bruselas, sobre todo en su intención por armonizar el impuesto de sociedades en la eurozona, o retrasar las edades de jubilación.

Respaldada por el presidente francés, Nicolás Sarkozy, y con «el firme respaldo» del jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, Merkel pidió estas condiciones para apoyar los retoques al fondo de rescate temporal del euro, para que pueda utilizar su capacidad total de 750.000 millones de euros para salvar in extremis a los socios con problemas. Y aunque se incluyó inicialmente una flexibilización del fondo, respaldada por países como Francia o la Comisión Europea, para que pueda comprar deuda y aligerar la presión de los mercados, o realizar inyecciones puntuales de liquidez, esta propuesta se cayó en las conclusiones finales de la cumbre.

Merkel devolvió así el golpe a las «posiciones muy diferentes» que, según dijo en la rueda de prensa posterior Zapatero, mostraron los Estados miembros a su plan para «germanizar» Europa. Entre las propuestas alemanas se incluye desvincular la revisión de los salarios al aumento del IPC, retrasar las edades de jubilación, inversión mínima para investigación y desarrollo y también para educación, y límite al déficit en el corpus normativo de los Estados.
El jefe del Ejecutivo español aseguró que está dispuesto a dar más pasos para lograr la estabilidad presupuestaria, también de las comunidades autónomas, pero advirtió de que sus prioridades son la mejora de la formación profesional, donde España «tiene que ir más deprisa», o la innovación, «donde existe un hueco de inversión privada».

El presidente de los dirigentes europeos, Herman Van Rompuy, intentará pulir las diferencias para lograr la necesaria mejora de la competitividad, y presentará sus conclusiones en una cumbre de líderes de la eurozona que no se celebrará antes del 9 de marzo.