España

Bono y el barco que se hunde

La Razón
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A España le hubiera ido mucho mejor que Bono ganara el congreso del PSOE y Zapatero no fuera el presidente del Gobierno. Las consecuencias las hemos pagado durante ocho años que tardaremos mucho en superar. Bono ha sido casi todo lo que se puede ser en política. Fue un joven diputado constituyente, un imbatido presidente de comunidad autónoma, un ministro que dimitió al estar en desacuerdo con la negociación con ETA y las cesiones del Estatuto de Cataluña, para finalmente ser presidente del Congreso y, por tanto, la tercera autoridad del Estado. No está mal, pero es insuficiente para quien soñó con alcanzar la presidencia del Gobierno. Es difícil imaginar a Bono en otra actividad que no sea la política. No es que no sea capaz sino que es algo que lleva en su adn. Es cierto que el barco socialista navega con rumbo firme hacia la catástrofe electoral. Al final, es bastante probable que acepte ir en las listas. Rubalcaba le necesita y a Bono le gusta dejarse querer. No hay que descartar que acabe pilotando la transición en el PSOE como secretario general.