Asturias

Sin misa por orden de la ministra

El acto, celebrado en la localidad pontevedresa de Marín, estuvo repleto de referencias religiosas. 

Los Príncipes de Asturias presiden la entrega de Reales Despachos en Marín
Los Príncipes de Asturias presiden la entrega de Reales Despachos en Marínlarazon

La Armada cumplió estrictamente con la instrucción emitida en enero por el jefe de Estado Mayor de la Defensa, José Julio Rodríguez. La misa de la entrega de despachos de oficiales de la Armada, en Marín, se celebró antes del acto castrense tal y como se recordaba en un texto remitido a los ejércitos, pero que iba teledirigido a la Marina, la única que aún aunaba ambos actos al coincidir con el día de la patrona. Pero una cosa es esa y otra obviar lo que ha sido siempre la Armada española. El laicismo que trata de oficializar el Ministerio de Defensa, el Gobierno en general, se topó ayer de bruces con la realidad y las tradiciones de unos marinos que celebraron por todo lo alto a su patrona, la Virgen del Carmen, que estuvo presente a cada paso del acto. La ministra de Defensa, Carme Chacón, no acudió, como estaba previsto, y no pudo constatar la normalidad con la que marinos y civiles encomendaban a la Virgen a los nuevos oficiales a los que se entregaron los despachos. Ni pudo ver que apenas había diferencia en el número de personas que asistieron a la celebración eucarística de quienes acudieron sólo al acto oficial. De hecho, la diferencia fundamental entre un acto y otro fue la presencia de las autoridades. En el primero estaba la cúpula al completo de la Armada, con su jefe, el almirante Manuel Rebollo, a la cabeza, los alumnos de la escuela naval que voluntariamente habían acudido y sus familiares. En el segundo, estos más Sus Altezas Reales los Príncipes de Asturias; el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo; el secretario de Estado de Defensa, Constantino Méndez; el Jemad; la subsecretaria, Victoria San José; buena parte del Gobierno gallego y diputados como la popular Ana Pastor, muy crítica con la separación de la misa y el acto ordenada por Defensa y que sí asistió a la ceremonia religiosa.La misa comenzó a las diez y media, con las tribunas de invitados repletas, según fuentes presentes en el acto. El arzobispo castrense, Juan del Río, se refirió durante la homilía, según estas fuentes, a «la importancia de la espiritualidad en la vida de la Marina». Antes de la bendición final, los alumnos entonaron la «Salve marinera», como siempre se ha hecho en esta celebración. Con ese cántico acabó en Marín la primera misa en más de 50 años que se celebra, por orden de Defensa, separada del acto de entrega de despachos y la jura de bandera. Pero allí, en la tribuna se quedó la cruz de dos metros y medio, en la que luego se haría el homenaje a los que dieron su vida por España, y la imagen de la Virgen del Carmen. El acto castrense, que comenzó con el homenaje a los caídos, fue seguido por casi 1.000 invitados. El director de la escuela tampoco se olvidó de pedir a la Virgen del Carmen por los nuevos oficiales. Y de colofón, el himno de la Armada, en el que los marinos afirman crucificarse en la rosa de los vientos por la patria y que concluye con una estrofa que resume la tradición, la filosofía y la historia de la Armada: «Soñando victorias, diciendo cantares, marinos de España, crucemos los mares, delante la gloria, la leyenda en pos, debajo las voces de nuestros caídos y arriba el mandato de España y de Dios».Feijóo, presidente «andaluz»La anécdota del día la protagonizó involuntariamente Alberto Núñez Feijóo, a quien correspondía la entrega de un sable como premio al número uno de la promoción. El relator del acto le presentó como «el excelentísimo señor presidente de la Xunta de Andalucía… perdón, de Galicia», a lo que el público reaccionó con una sonora carcajada, a la que se unieron los Príncipes de Asturias, que no dudaron en bromear con Feijóo.La «cruzada» de Chacón- Corpus de Toledo. El nuevo reglamento de honores militares impulsado por el Ministerio de Defensa retiró los honores al Santísimo, algo que en Toledo era tradición. La ciudad vivió una intensa polémica que se repite en Burgos con la celebración del «Curpillos».- el cristo de la legión. La próxima Semana Santa, el Cristo de la Legión no recibirá honores en virtud del nuevo reglamento y se repetirá la polémica de Toledo. Y en Marín, sin ir más lejos, la instrucción de separar misa y entrega de despachos provocó ayer muchas protestas.