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CRÍTICA DE CINE / «La posesión de Emma Evans»: El demonio sigue suelto

Director: Manuel Carballo. Guión: David Muñoz. Intérpretes: Sophie Vavasseur, Lazzor Oertli y Stephen Billington. España, 2010. Duración: 100 minutos. Terror.

La Razón
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Existen ya, en la historia del cine, tantos y tan excelentes exorcismos (el de Regan, Emily Rose... siempre niñas, ya ven), que Manuel Carballo ha decidido enfocar esta nueva posesión infernal a partir de dos variaciones importantes en la historia principal, una bastante curiosa e interesante y la otra menos; sobre la primera, se trata de analizar el fenómeno a partir de la experiencia de una adolescente problemática en un ambiente opresivo para la protagonista, que llega a confundir al Maléfico con sus propios diablos interiores; y la segunda, la transformación que experimenta el personaje del sacerdote que intentará librar esta vez a la endemoniada de su maléfica tortura, un hombre obsesionado con demostrarle al mundo con pruebas fehacientes la existencia palpable del Mal. Aunque no consigue desprenderse de ciertos tópicos (los padres de Emma no son creyentes, la aparición de insectos...), el filme consigue mantener la tensión y, con unos efectos especiales exiguos debido a su bajo presupuesto, producir algún escalofrío entre los espectadores. Sin vómitos, ni cabezas retorcidas. Una pena que la obra maestra del género se estrenó hace ya cuarenta años. Padre Karras, te echamos de menos.