Museo Thyssen

Borja Thyssen y su mujer se sentarán en el banquillo

Un juez de Madrid les imputa por la presunta obtención ilegal de miles de documentos de sociedades y negocios de la baronesa

Un juez pide abrir juicio oral contra Borja Thyssen y su mujer
Un juez pide abrir juicio oral contra Borja Thyssen y su mujerlarazon

La Baronesa Thyssen está viviendo uno de los momentos más amargos de su vida. A la ya deteriorada relación que Tita tiene con su hijo hay que unir un nuevo disgusto porque Borja Thyssen y su mujer, Blanca Cuesta, están a un paso de sentarse en el banquillo de los acusados por un delito de descubrimiento y revelación de secretos, en relación con la presunta obtención ilegal de miles de documentos relacionados con sociedades y negocios de la madre de Borja. El titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Alcobendas entiende que hay «datos suficientes» para juzgarles por ese delito, al igual que al abogado del matrimonio, Pedro Mejías. El magistrado concede ahora un plazo de diez días para que el fiscal y la acusación particular soliciten la apertura de juicio oral y presenten escrito de acusación o pidan el sobreseimiento de la causa. Este procedimiento se inició tras la querella que por estos hechos presentó la baronesa Thyssen.El juez señala que la tarde-noche del 13 al 14 de marzo de 2009, Borja Thyssen y su esposa, presuntamente, aprovecharon la ausencia de la baronesa de su domicilio, aspecto que conocían, para entrar en sus oficinas particulares y, tras examinar la documentación privada, «se apoderaron de cuantos documentos y archivos consideraron de su interés». Las diligencias practicadas a lo largo de la instrucción de la causa, añade el auto del magistrado, ponen de manifiesto «lo irregular de la obtención de los documentos de sociedades y negocios «en los que Borja Thyssen asegura tener interés, «ya que pudo y debió solicitarlos en horas hábiles de oficina, lo que no hizo». En cambio, utilizó distintos argumentos, como «poner un fax» o «mirar unos datos para una subasta», para que el personal de seguridad le permitiese el acceso a las dependencias que albergan toda la documentación de la Fundación Colección Thyssen-Bornemisza y otros documentos privados de la baronesa. Estas oficinas se encuentran en un edificio anexo al domicilio de Carmen Cervera en La Moraleja.Una vez dentro, «revisaron y accedieron tanto a información contable como administrativa, mercantil y personal». Allí, copiaron en un pendrive «miles de documentos, algunos de ellos de índole privado», que se encontraban en un ordenador. Además, el juez señala que sacaron en varias bolsas otros documentos originales que fueron posteriormente fotocopiados y devueltos a su lugar. La mañana del 14 de marzo, los escoltas del matrimonio Thyssen, por mandato del hijo de la baronesa, trasladaron «entre cinco y siete mil documentos fotocopiados» al despacho del abogado Pedro Mejías.Así, en cuanto a la imputación del letrado, el magistrado señala que, en principio, lo es por su presunta colaboración, «dada la necesidad de obtención de información de que carecía para poder cumplir con la encomienda de su cliente» y por su presunta «estrecha colaboración en los hechos» investigados.«Había que pararle los pies»La baronesa dice sentirse «muy triste». Desde el despacho de abogados que la representa, Jaime Rotondo afirma que «tardó ocho meses en poner la querella porque quería dejar pasar el tema, pero su equipo jurídico le aconsejó que lo hiciera porque si no el problema iba a tener consecuencias posteriores». El letrado asegura que la baronesa está muy afectada porque «es un tema muy desagradable, pero no tuvo más remedio que hacerlo porque el que pega una vez luego puede pegar más fuerte». Para Rotondo, el robo de una documentación es una situación demasiado fuerte como para dejarlo pasar, «había que pararles los pies», sentencia.

Una fortuna por partesLa herencia del Barón Thyssen es otro de los problemas que distancia a madre e hijo. Borja cumple hoy 30 años y como «regalo» de cumpleaños debería recibir la tercera y última parte de la fortuna que el Barón le legó: 3,5 millones de dólares. Así se estableció en el llamado Pacto de Basilea firmado en 2002, por el que los cuatro hijos biológicos del Henrich Thyssen recibieron su parte de la fortuna, pero el hijo adoptivo quedó fuera del reparto. Sin embargo, a Borja le correspondería una compensación económica por su exclusión que ascendería a 20 millones de dólares, que ha ido recibiendo progresivamente desde que cumplió los 21 años. Los problemas en la relación con su madre han ido complicando el cobro de esta compensación y si hoy no recibe esta última parte, el joven tiene pensado demandarla. En noviembre del año pasado, Borja intentó recuperar del Museo Thyssen dos obras que también recibió como regalo de su padre adoptivo, pero tuvo que volver con las manos vacías.