Eurocopa

Viena

A cada cual lo suyo

La Razón
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Entre tanta algarabía, quiero recordar que España fue campeona de Europa con tres jugadores del Barça en el equipo titular. David Villa, entonces jugador del Valencia, ya fue pichichi sin participar, por lesión, en la final contra Alemania. Aquella Liga de 2007-2008 la había ganado el Real Madrid. Y Pep Guardiola ni siquiera era entrenador de los culés. Entonces, el recordado Andrés Montes inventó aquello del tiqui-taca. Por tanto, los catorce jugadores que participaron en aquel partido de Viena y que maravillaron al mundo, estuvo compuesto por tres jugadores del Barça –Pujol Xavi e Iniesta–, tres del Villarreal –Capdevila, Senna y Cazorla–, dos del Real Madrid –Casillas, Sergio Ramos– dos del Liverpool –Xabi Alonso y Torres–, dos del Valencia –Marchena y Silva–, uno del Arsenal –Cesc–, y uno del Mallorca o de Turquía –Güiza–. Con ello no quiero minimizar el espectáculo deportivo protagonizado por Guardiola. Creo que ha hecho historia y no sólo deportiva sino sociológica y humana. Ha elevado a cotas extraordinarias la cantera. La Masía se ha convertido en ejemplo a seguir. Tanto, que ha provocado que Vicente del Bosque incluya a siete culés en la formación que anoche se proclamó campeona del Mundo. Así lo espero porque, a la hora de cerrar esta edición, no lo sé, pero intuyo que toda España estará patas arriba celebrando la efeméride. Es verdad que, finalmente, el fútbol actual de nuestra selección se deriva de la escuela que marcó Cruyff en todo el entramado barcelonista, pero en Viena quienes alcanzaron la gloria, posiblemente la hubieran obtenido si, en lugar de la Eurocopa, se hubiera jugado el Mundial. Lástima que los políticos no estén a la altura de nuestros deportistas. Así es la vida.