Autonomías

El pacto del lermismo con Alarte llega al Ayuntamiento de Valencia

El pacto del lermismo con Alarte llega al Ayuntamiento de Valencia
El pacto del lermismo con Alarte llega al Ayuntamiento de Valencialarazon

La todavía portavoz del grupo socialista en el Ayuntamiento de Valencia, Carmen Alborch, no vio venir la que se le avecinaba ayer. Comenzaba el día con una agenda en la que reivindicaba la necesidad de dieciocho centros escolares nuevos para la ciudad, para más tarde, y por sorpresa, tener que anunciar que abandonaba las tareas municipales y dejaba paso a la «cantera» de cara a las elecciones municipales de 2011.

Las precipitadas razones que esgrimió la socialista pasaban por un: «yo nunca he dicho que quisiera repetir» y por otro: «son nuevos tiempos» en los que hay «muchos otros nombres». Pero al parecer, no tantos. Apenas unas horas después de que se hiciera público el relevo, se daba a Joan Calabuig como sustituto.

Pistas y avisos

Calabuig, actual diputado nacional y ex eurodiputado, milita en el PSOE desde 1976 y cuenta con el apoyo del entorno del ex presidente de la Generalitat Joan Lerma, que le nombró en el 89 director general del Instituto Valenciano de la Juventud. Mantiene además, buenas relaciones con el actual secretario del PSPV, Jorge Alarte.

La repentina marcha de Alborch no resulta del todo extraña si se leen atentamente algunos gestos de las últimas semanas, el más reciente, el que tuvo lugar hace apenas diez días y en el que el Gobierno central desautorizaba a Alborch al obligarla a cancelar un acto de partido en el que se loarían los frutos del futuro AVE a la Comunitat. Una llamada bastó para acelerar la desconvocatoria del acto y no enfadar a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, con la que el ministro de Fomentó, José Blanco, siempre ha tenido un trato cordial.

Nulas quedan ahora las quinielas que apuntaban a Salvador Broseta, prácticamente un desconocido fuera y dentro del partido, o al mismo Ricardo Peralta, delegado del Gobierno en la Comunitat, como alcaldables.

Calabuig parece ser el hombre de consenso que tratará de arrebatarle la alcaldía a Barberá, algo que llevan intentando durante los últimos veinte años en los que los socialistas habrán presentado hasta, con éste, seis candidatos.

Calabuig, no obstante, no tiene aún el camino totalmente despejado después de que Rubens Gómez da Silva mostrara ayer su intención de aspirar a la alcaldía. El candidato, de 33 años, miembro de JSPV desde 1992 y desde 2004 del PSPV, admitía que se presenta a las primarias «con pleno conocimiento de los obstáculos y dificultades» para recoger los avales, una empresa que, sin embargo, supone para él todo un «reto».