Melilla

Generación España

Los jóvenes salieron ayer a celebrar el triunfo en la Eurocopa envueltos en los colores de la Selección n Lucen la bandera constitucional sin complejos del pasado y con orgullo

Generación España
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Madrid- Después de saltar con el último gol de Mata el domingo por la noche, ayer llegaron a Madrid desde Melilla, desde Jerez o desde Talavera de la Reina, que no importaba la distancia, para vivir la fiesta en el centro de la capital. Se sentían tricampeones y orgullosos de que España sea el equipo que les representa en los torneos internacionales. Estaban envueltos en el color rojo, de las camisetas, de las pinturas de la cara y también el de la bandera de España, que llevaban al cuello, a la cintura o la extendían con las dos manos. «Esta bandera es un orgullo», decían Rosa y María, que llegaron ayer de Melilla y no sabían si iban a volver por la noche o quizá ya de mañana, según se les diese la fiesta. Llevaban la bandera constitucional, sin complejos, sin miedo a que nadie las llamase fachas: «Yo incluso soy un poco ‘‘rojilla''», aseguraba Rosa, de 33 años, «y para nada creo que llevar la bandera signifique que tienes un color político». Las dos amigas llegaron en avión, pasearon por Sol, se probaron un sombrero con los colores de España y estaban dispuestas a vivir a tope el día de fiesta. No había mayor intención en sus colores españoles: la bandera no identifica una ideología, sino a un grupo de personas que viven en un territorio. «Todo depende de cómo se utiliza, de si se trata con respeto a todo el mundo... Además, en tiempos de crisis como estos que estamos viviendo, llevar la bandera, sentirse español es una forma de sentirse unido», continuaba Rosa. Tanto ella como su amiga María reconocían que viviendo en Melilla, sienten la bandera como una manera de indentificarse.

Ayer, en el camino de Sol a Cibeles, iban muy acompañadas. Era fácil sentirse identificado, una marea de jóvenes lucían los colores que representan a España sin ningún pudor: «Puede que hace tiempo, la bandera significase algo, ahora se ha limpiado», asegura Lázaro Rodríguez, un estudiante de 17 años. Los triunfos habituales de la Selección española han hecho que los jóvenes se paseen con tranquilidad con los colores de España, sin darle mas vueltas, ni tener que dar explicaciones: «Siento orgullo», asegura Carlos Domínguez, de 21 años. «Puede que otras banderas españolas del pasado sí tuviesen un significado negativo, pero nosotros llevamos la constitucional y los que creen que por eso somos fachas es que no tienen ni idea. He nacido en España y esta bandera me representa».

Son conscientes, además, de que son españoles en un mundo global, «donde puede que cada vez haya menos fronteras», como asegura el jerezano Elías Barea, que con su chica, Marta Salado, llegó ayer a Madrid para vivir el gran momento. «Y a pesar de eso, del mundo global, hemos nacido en España y estamos contentos con eso. Ésta es la bandera de mi nación. Buscar otros significados o connotaciones es recurrir a un pasado olvidado».

Hablaban de pasión, de orgullo. No de política. Hablan del país en el que han nacido y que ,gracias al fútbol, puede hacerles sentir campeones cada dos años. Patricia Suero, que sólo tiene 18 años, que casi siempre ha visto triunfar a la Selección, a España, iba con otras cinco amigas más, bajando de Gran Vía hasta Cibeles. Iba «orgullosa» de lo que estaba viviendo. «Esto es unión. Este es nuestro país», decía.

Marta Fernández y Verónica Díaz habían llegado con dos chicos desde Talavera de la Reina. «Esto es un orgullo, es una pasión», decía uno de ellos, Carlos Juárez, mientras ellas asentían. No comprendían cómo en varias comunidades la gente luce su bandera sin problemas y a veces está mal visto llevar la bandera española. «Pero ahora es un sentimiento que está floreciendo».