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OPINIÓN: El nuevo plan pastoral de la diócesis

La Razón
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Hoy a las cinco de la tarde podríamos afirmar que la diócesis de Barcelona se reúne en la basílica de la Sagrada Familia en una solemne celebración de la eucaristía en la cual será presentado el nuevo Plan Pastoral de la diócesis para los próximos cuatro años, que empezamos a aplicar en el inicio de este curso.
El nuevo Plan Pastoral, como el anterior, se ha elaborado a partir de una amplia participación de las parroquias, comunidades, consejos diocesanos e instituciones eclesiales. Me referí ya en esta misma comunicación del pasado domingo a los tres objetivos que propone este programa fundamental de las instituciones de la Iglesia en nuestro obispado: anunciar a Jesucristo a los que no lo conocen; especial atención a la pastoral de la iniciación cristiana y a las personas que piden los tres sacramentos que la configuran: bautismo, confirmación y eucaristía; y vivir la solidaridad como expresión del amor y de la fe cristiana.
He preparado una carta pastoral en la que presento ampliamente el espíritu y los propósitos del nuevo Plan Pastoral.
Quisiera remarcar que este nuevo Plan, como el anterior, tiene una intención fundamental que es la evangelización. El anuncio del Evangelio a todos ha sido el objetivo de fondo que hemos querido poner en práctica para que nuestra diócesis entera sea más misionera y más evangelizadora.
La misma celebración de la Misión metrópolis en Barcelona, durante la Cuaresma del próximo año, junto con otras ciudades de Europa, encaja de pleno con el contenido del nuevo Plan Pastoral. Deseo que el trabajo que haremos sea una contribución muy importante a la tarea de la evangelización y la transmisión de la fe, que es la misión fundamental de la Iglesia.
Se habla de nueva evangelización y tenemos que precisar el sentido de tal expresión. La primera evangelización, según el Concilio Vaticano II es la que va dirigida ad gentes, esto es, a los que se ha de proclamar el Evangelio para implantar la Iglesia. Son las conocidas tradicionalmente como tierras de misión. La nueva evangelización más bien va dirigida a los que se han alejado de la Iglesia en los países de la antigua cristiandad. En este sentido no se trata de una primera evangelización, ya que los países a los que nos referimos hace ya siglos que fueron evangelizados, pero para muchas personas sí que se trata de un primer anuncio de Jesucristo.
En los tiempos más recientes con el término evangelización se indica la actividad eclesial en su totalidad. La expresión nueva evangelización no significa una corrección al trabajo pastoral que se ha ido realizando hasta ahora en el anuncio de Jesucristo. Como dijo Juan Pablo II, significa evangelizar de una manera nueva por lo que se refiere a su ardor, a sus métodos y a su expresión.
Es cierto, todos necesitamos una actitud y una actividad más evangelizadora. Hemos de salir de los templos para ir por todas partes a anunciar a Jesucristo y su Buena Noticia. Es una exigencia gozosa de nuestro bautismo. Somos Iglesia, y ésta existe para evangelizar.
Ante la situación religiosa actual, no nos podemos encerrar en nosotros mismos sino que hemos de promover un trabajo animoso de evangelización. La fe crece al darla, y por supuesto no se impone sino que se propone, con un absoluto respeto a la libertad y a la conciencia de cada persona.
El año 2007 los obispos de Cataluña publicamos el documento Creer en el Evangelio y anunciarlo con nuevo ardor,en la línea de la nueva evangelización, en el cual decimos que hemos de asumir de pleno que nuestra situación es de misión y que nuestra fragilidad institucional y personal nos invita a poner, como los primeros cristianos en los inicios del cristianismo, toda nuestra esperanza en el Espíritu Santo, que es quien puede abrir los corazones de los hombres y las mujeres de nuestro tiempo a la Palabra de Jesús.


Lluís Martínez Sistach