Córdoba

El enigma del WhatsApp manipulado por los Bretón

El hermano de José eliminó las llamadas que podían comprometer al padre de los niños. La forense rectifica y dice ahora que los huesos son humanos

Rafael Bretón, escoltado por sus padres, a la entrada de los juzgados de Córdoba
Rafael Bretón, escoltado por sus padres, a la entrada de los juzgados de Córdobalarazon

Madrid-Un informe realizado por la empresa Net Computic Forensic confirma que Rafael Bretón, hermano del padre de los niños desaparecidos en Córdoba el 8 de octubre del pasado año, manipuló el terminal telefónico de su hermano. Tras la detención de José Bretón, la Policía realizó un primer volcado de los datos del dispositivo y entregó su custodia a Rafael, que, durante el tiempo que lo tuvo en su poder, eliminó llamadas «interesantes» para investigar el paradero de Ruth y José, de seis y dos años. El hermano del único imputado en el caso es ingeniero en telecomunicaciones y eliminó «todas las llamadas de voz que podían comprometer a su hermano», según declaró ayer a la salida de los juzgados María del Reposo Carrero, abogada de Ruth Ortiz. Rafael también borró los mensajes de WhatsApp que se enviaron durante los tres días siguientes, durante los cuales la comunicación entre los dos hermanos fue muy activa.

Con estos datos, Rafael quedó al descubierto, pero Reposo Carrero matizó que tanto el juez como ella se han planteado pedir su imputación, que se podría producir tras la celebración del juicio, pero «el resultado final será la absolución porque puede mentir al ser hermano del imputado».

Durante la mañana de ayer, también comparecieron ante el magistrado Juan José Rodríguez Lainz, la otra hermana de Bretón, Catalina, y los padres del imputado. Todos ellos se ampararon en su derecho a no declarar. Sin embargo, el marido Catalina, José Ortega –el único que no está protegido por la ley por no ser familiar directo de Bretón–, ratificó su primera declaración y dijo que José tenía «comportamientos extraños» y que él pensaba que «le había hecho algo a los niños».

Cuando se le preguntó por qué había cambiado de versión, alegó que lo hizo presionado por su mujer, que le amenazó con la separación si decía algo que perjudicara a su hermano. Según Carrero, José Ortega le «tenía miedo» a Bretón y llegó a recoger los cuchillos de su casa en la primera noche que el padre de los niños durmió en ella. La abogada añadió que vio a Ortega «mal y destrozado», al tiempo que dijo que «es la pieza débil» de la familia, que «le han dejado solo».

En cuanto a la pericial sobre los sedantes, afirmó que la Policía sospecha que «los sedantes podrían haber producido la muerte», aunque «no es la causa más probable». De manera que «no se sabe cuál es, si los mató de un golpe, los asfixió o los quemó vivos en la hoguera». A su juicio, «lo que está claro es que los sedó», y explicó que con los sedantes «se puede llegar al coma o la muerte», pero «en este caso es imposible, porque se necesitarían unas horas y no le dio tiempo a que les hiciera efecto», por lo que la asfixia podría ser la causa probable de la muerte.

Finalmente, la forense de la Policía Judicial que elaboró el primer informe de los huesos de Las Quemadillas volvió a examinar las muestras el pasado lunes y ha elaborado un informe en el que ha rectificado e indica que los huesos son humanos.