España

La UE se atasca pero Merkel siempre gana

La canciller germana, ayer a las puertas del Parlamento alemán
La canciller germana, ayer a las puertas del Parlamento alemánlarazon

BRUSELAS- Es la locomotora de la UE, el principal contribuyente a las arcas comunitarias, la que mejor está sorteando la crisis en la eurozona, y también la que ha pagado la cuenta más elevada en los rescates. Pero más que una víctima de los «derrochadores» Estados del Sur, el Gobierno de la canciller Angela Merkel se ha tomado muy en serio el principio de no malgastar una crisis para marcar el paso germano de cómo la zona euro supera la Gran Recesión y evita la próxima.

Las solución global que empezaron a preparar los líderes europeos el pasado domingo, y que cerrarán este miércoles, es el ejemplo perfecto de que, como en el fútbol, Alemania siempre gana (o debe ganar). Respecto a Grecia, y con el apoyo del informe de la troika, Berlín ha convencido al resto de socios del euro de la necesidad de un impago controlado del país de al menos un 50% de su deuda soberana, que podría ser de hasta el 60%, a pesar de la oposición de Francia, el BCE y la Comisión Europea (CE).

También logró imponer su modelo respecto a la recapitalización bancaria, primando los recursos propios de la banca, luego las ayudas nacionales y, como último recurso, el fondo de rescate europeo, frente a una utilización más temprana del fondo que pidió Francia.

Auxilio a países en apuros
Por último, también está marcando la pauta en la discusión de alta tensión sobre el refuerzo definitivo de los 440.000 millones de euros de este fondo, la Facilidad Europea para la Estabilidad Financiera (FEEF), para blindar a los países grandes en apuros, como Italia o España. Si en este caso Francia pedía convertir el fondo en un banco para que el BCE pudiera respaldar con créditos ilimitados a la FEEF, haciéndolo inquebrantable y claro a los ojos de los mercados, Alemania se ha opuesto frontalmente.

«Comparto con la canciller la importancia de la independencia del BCE», dijo el presidente francés, Nicolas Sarkozy, en la rueda de prensa que compartió con Merkel el domingo. Aunque también añadió que «ninguna solución es viable sin la participación de todas las instituciones». Esta llamada a todas las instituciones pareció indicar que Sarkozy no arrojaba la toalla con el BCE, pero según explicó posteriormente su equipo a los periodistas, lo que pretendió defender es la combinación de las dos posibilidades que se manejan para reforzar el fondo: que extienda garantías sobre la deuda de los países periféricos hasta de un 20%, lo que multiplicaría su capacidad hasta algo más del billón de euros, y crear un instrumento financiero que combine los recursos del fondo con los del sector privado e incluso del FMI, para ayudar a las economías achuchadas.

Merkel aprovechó ayer para recordar a los líderes de la oposición que el nuevo fondo que salga del miércoles tendrá esa capacidad «de más de un billón de euros», lo que podría indicar que está preparando al Bundestag (banco central alemán) para que acepte la combinación de las dos herramientas de cara a la enésima cumbre de mañana.