Cataluña

«Con Bildu ETA quiere tener razón después de 50 años pegando tiros»

Basagoiti cree que «podemos ser el primer partido no nacionalista del País Vasco». La candidata de Bildu «va de monja, pero si rascas sale lo de siempre»

El candidato del PP al Parlamento vasco, Antonio Basagoiti, saluda a la presidenta de la AVT, Ángeles Pedraza, en presencia de Javier Zarzalejos
El candidato del PP al Parlamento vasco, Antonio Basagoiti, saluda a la presidenta de la AVT, Ángeles Pedraza, en presencia de Javier Zarzalejoslarazon

–¿Cree que ETA no volverá a matar nunca? ¿Debería articularse alguna medida para que vuelvan los etarras en el exterior con crímenes prescritos?
–Respecto a la primera pregunta, no voy a hacer de «etólogo», aunque en mi tierra hay muchos. Lo que sí digo es que la ofensiva de ETA hoy es menos la pistola, menos la bomba y más el proyecto totalitario. Hay que afrontar que ETA quiere tener razón después de 50 años pegando tiros. Quieren pasar la factura de los años de terror, y piensan: «Ustedes me tienen que pagar por lo que he hecho y encima me tienen que dar el premio que estoy buscando por quitar la vida a 858 personas». Tenemos que centrarnos en combatir a ETA como el miembro fanático y totalitario que quiere obtener la independencia, la separación y la autodeterminación que intentó conseguir asesinando. Por eso, hoy más que nunca, lo mejor y más eficaz que se le puede decir a ETA, además, de que la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Ertzaintza sigan haciendo su trabajo, es que el País Vasco es España, antes y después de ETA, y lo será siempre. Y en cuanto a la segunda pregunta, creo que no. No es ninguna prioridad y sólo le importa a la gente de ETA, no le importa a la gente de bien y mucho menos a mí.

ANTITERRORISMO
«Durante el primer cambio de Gobierno vasco, la Ertzaintza detuvo a más miembros de kale borroka que en toda la época Ibarretxe»

–Si la Ertzaintza vuelve a estar ahora en manos de un Gobierno nacionalista, ¿hay riesgo de que no actúe con eficacia?
–Durante el primer año de cambio del Gobierno vasco, la Ertzaintza detuvo a más miembros de la «kale borroka» que Ibarretxe en toda su época. Espero que hayan aprendido algo los que vengan después. Pero la mayor garantía para que eso no ocurra es que el PP tenga la Consejería de Interior y que yo sea lendakari. Ése es el camino más recto.
–Hablando del proyecto totalitario que ha apuntado usted. ¿Bildu qué es?, ¿Es táctica, estrategia, convicción?
–Los de Bildu son lobos con piel de cordero. Están jugando a no dar miedo para obtener votos y dar el salto a lo que ellos han intentado toda la vida, que es acabar con la España constitucional. La candidata de Bildu va por los platós y por las calles de monja para intentar quedar bien, pero si rascas un poco sale lo de siempre. Y aún así, el problema no es que vaya de buena o no, sino que tanto Urkullu como Mintegi son iguales, se complementan y van de moderados. Una para no asustar por lo que es, por lo que ha hecho y por lo que piensa. Y el otro, para obtener votos de gente despistada que crea que votarle a él es lo mejor para el País Vasco y olvide que lo que está detrás es la independencia. Pido que ésta sea una campaña electoral sin caretas, sin disfraces y sin ocultar a la gente sus intenciones. Las intenciones del PNV son la independencia, las rupturas, Cataluña. Y las de Batasuna no hace falta ni que las comente. Pero las intenciones del PP son las de la España común, la España de todos y la España constitucional. De los que quedan, como el PSE, no hablo por que no sé dónde están.

CAMPAÑA
«Por hacer mítines en las calles, a muchos compañeros les quitaron la vida»

–¿El alto el fuego de ETA ha devuelto la normalidad a las calles como dice López?
–Lo que ha hecho que vuelva la normalidad es que la Guardia Civil, la Policía Nacional y la Ertzaintza han detenido a muchos que han querido explotar la normalidad. Y eso no es un éxito de nadie, más allá de las personas que han luchado por la libertad. Si hoy el PP hace sus mítines al aire libre en lugares vetados hasta ahora, como la parte vieja donostiarra o el Arenal bilbaíno, no es porque nadie nos perdone la vida ni porque hayan sido buenos con nosotros, es porque nos lo hemos ganado a pulso. A muchos compañeros por hacer lo que estamos haciendo nosotros ahora les quitaron la vida. Es un hito histórico, que se ha conseguido gracias al esfuerzo de muchas víctimas del terrorismo.
–Hay voces que piden que se cambie la política penitenciaria. ¿Se dan las condiciones para favorecer el acercamiento de presos?
–La política penitenciaria a quien preocupa y ocupa es al mundo de ETA. Los presos de ETA están en la cárcel porque están cumpliendo condenas por cometer delitos de asesinato o haber colaborado en ellos. No están en la cárcel por pensar ni por ser disidentes o independentistas. La situación de los presos es para los que han dotado de ideología y han alimentado ese fanatismo. Ellos son responsables de lo que les pasa. No es problema de los demás. Nosotros, a la Ley y a ocuparnos de que España siga siendo España, antes y después de ETA.

INDEPENDENCIA
«Sin pacto con López, lo de Cataluña se habría quedado pequeño»


–¿Se arrepiente de haber apoyado a Patxi López como lendakari?
–No me arrepiento porque si no hoy en día el lendakari sería Ibarretxe y lo de Cataluña se habría quedado pequeño y España estaría mucho más desestabilizada. Me alegro de haber promovido el primer Gobierno no nacionalista de la historia del País Vasco. Sabía que en un momento dado el PSE podría emprender otro camino, pero aún así asumo el riesgo y la decisión con todas sus consecuencias porque había que dar una oportunidad a que se gobernase de otra manera. ¿Qué se ha conseguido? Se han conseguido tres años en los que la independencia no ha sido lo fundamental del debate; se ha aparcado la reforma estatutaria que ocultan líderes como los de Cataluña; que la Ertzaintza detenga a más terroristas que en la época de Ibarretxe; que las víctimas vayan a las aulas a contar sus historias; que los símbolos constitucionales estén en las instituciones vascas. Se han logrado cosas tan simbólicas, como que la Vuelta ciclista vuelva a pasar después de 30 años por el País Vasco. Y se ha conseguido reducir las embajadas y consejerías del Gobierno vasco en el exterior en un 50%. Pero, sobre todo, hemos demostrado a los nacionalistas que pueden gobernar otros: en Álava, el PP; en el País Vasco, el PSE, sin que se hunda el mundo. Todo eso era muy importante, aunque no perfecto, porque era López. Hubiese sido perfecto si el lendakari fuera otro y el partido otro, pero todo en la vida no se puede, de momento.
–¿Pactaría con el PSE en Euskadi para impedir un gobierno del PNV o Bildu? ¿Estarían dispuestos a pactar con el PNV?
–Hoy no parece que sume la fórmula PP-PSE, no por nada, sino porque está Batasuna y hace un año no estaba. Si sumara yo no pondría ningún inconveniente en que hubiera un Gobierno no nacionalista. Ahora bien, creo que las cosas tendrían que cambiar un poco y el que fuera lendakari o llevara el Gobierno quizá debería ser otro. Podemos ser el primer partido no nacionalista del País Vasco, las encuestas lo están apuntando, y ser el primero que represente a los constitucionalistas. En cuanto a un posible acuerdo con el PNV, no lo veo. Mi posición no es la de que el Gobierno vasco me conceda graciosamente un sillón, como buscaba Rosa Díez, sino tener una fortaleza importante en el Parlamento para afrontar con la mayor eficacia posible el envite soberanista de Cataluña y el País Vasco. Urkullu va a sobrepasar a Mas el 21-O y en vez de pactar con él y manejar una Consejería de Empleo, quiero tener 20 escaños en el Parlamento para ponerle en su sitio. Si pensara en que el PNV nos dé unos sillones, nunca habríamos militado en el PP. Porque hacer política en el País Vasco siendo no nacionalista es arriesgarlo todo y no ganar nada. Y lo digo en un momento en que hay crítica a la política y algunos son jueces. Ése es el sentido que aplicaremos cuando toque defender más que nunca la unidad de España.

ELECCIONES
«La victoria en Álava es fundamental para afrontar el envite nacionalista»

–¿Se acabará esta anomalía de que en Cataluña o en el País Vasco se apoye a un partido y no se esté en el Gobierno?
–En el caso nuestro, los parámetros no tienen que ver con la legitimidad o no, o la supuesta posición del PP. Somos un partido de Gobierno en el País Vasco, que gobierna en la Diputación de Álava y el Ayuntamiento de Vitoria. Hay más vascos gobernados que nunca en la historia por alcaldes del PP. No me fiaba de lo que hiciera el PSE pero creía que era bueno el cambio, a pesar de que asumía el riesgo. En el momento en que el PSE y López derivan a lo que han derivado, que es a buscar una medalla y rogar por una paz que les conceda Batasuna, y hacer demagogia con todas las medidas del Gobierno que son necesarias por culpa de Zapatero, si llego a tener tres o cuatro consejerías y 300 cargos colocados no habría podido romper. Quería tener las manos libres porque lo importante eran los principios, los valores, la España común y el País Vasco con libertad. Entiendo que en otra comunidad, en otro momento histórico, en otra situación, podríamos hacer acuerdos y gobernar de manera conjunta. Yo mismo he gobernado de manera conjunta con otros partidos. Pero este momento requería más altura de miras, más principios y valores que posición de partido y que colocar asesores o militantes.
–¿Una victoria del PP en Álava y Vitoria sería fundamental para romper y neutralizar el discurso del nacionalismo vasco?
–Es absolutamente clave la victoria del PP en Álava, porque ante un nacionalismo liderado por el PNV con el apoyo de Bildu, van a plantear un proceso de independencia, a proponer la tensión nacional desde Cataluña y el País Vasco. Si gana el PP en Álava, como así puede ser, se podrá decir que los nacionalistas están de vuelta porque no tienen siquiera la homogeneidad vasca. Por eso es crucial que nadie se quede en casa ni se equivoque votando a formaciones que no suman y que acaban sirviendo al nacionalismo. Y que todo el mundo respalde la candidatura que encabeza Iñaki Oyarzábal, pero también es importantísimo lo de Guipúzoca y Vizcaya, para que el PP tenga la fortaleza suficiente para afrontar con rigor y eficacia el envite nacionalista. Somos los únicos que vamos a coger la bandera sin complejo de «vasquidad» y españolidad. Y para eso es mejor que la gente aparte las diferencias que tenga con el Gobierno de España, diferencias que podemos hacer mal los políticos, diferencias de si nos gusta más éste o aquél y vaya a las urnas a defender lo importante, que es la España común.