Cataluña

Mas enseña la patita

La Razón
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Es cierto que la polémica desatada por los nacionalistas por la sentencia del Supremo que implica el reconocimiento del derecho a ser escolarizado en castellano en Cataluña tiene una clave claramente electoral. CiU y PSC temen el previsible crecimiento del PP y quieren recuperar la idea de aplicarle un «cordón sanitario». Pero sería un error restar importancia a la airada reacción de Mas, que hace pensar en la virulencia que muestran los conversos. Con el nacionalismo es bueno pactar pero hay que hacerlo desde la fortaleza, porque la debilidad es una palanca para conseguir avances en lo que denominan el proceso de construcción nacional que entra en colisión con la idea de España. Ni la quieren ni la sienten como suya, ya que su única patria es Cataluña. En el nacionalismo, tanto catalán como vasco, hay muchos que hablaban en castellano con su pareja y era su idioma habitual. Nadie les obligaba. Fue entrar en política y abrazar con fervor tan inusitado como sorprendente esa idea del catalán como idioma dominante .