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Ayudar en tiempos de crisis por Padre Angel

La Razón
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Si algo bueno nos puede dejar la situación en la que vivimos es la oportunidad de comprobar el valor de la solidaridad, ver cómo un pequeño gesto nuestro puede aliviar las necesidades de una familia, o quien tiene problemas no saberse solo; experimentar, en fin, esa sensación única y reconfortante de saber que realmente está en manos de todos poder hacer un mundo mejor.
Desde la experiencia de Mensajeros de la Paz, podemos decir que esta crisis esta haciendo florecer las más nobles y buenas acciones entre nuestros conciudadanos. Y es que a la solidaridad no hay quien la pare. Solidaridad no es dar lo que sobra, sino compartir lo que se tiene. Y de ello somos testigos los que trabajamos en la acción social. Podría hablaros de gestos hermosísimos: el de esos parados que se presentan para donar diez o doce euros para ayudarnos en un comedor infantil, porque «yo, al menos, sigo cobrando, pero sé que a muchos padres de esos niños ya se les ha acabado el subsidio», o el caso de los jubilados que perciben pensiones mínimas, quienes esos doce euros nos los van haciendo llegar en pequeños «plazos» mensuales de 3 o 4 euros. «Es que yo me arreglo con muy poquito», me decía una de señora. Quizá ahí esté la verdad: se puede vivir con mucho menos de lo que pensamos, pero no se puede vivir sin amor. Querer y dejarse querer: esa es la receta de la felicidad, y también, la auténtica naturaleza del ser humano.
 

Padre Angel
Presidente y fundador Mensajeros de la Paz