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Fútbol para leer

De «Los secretos de La Roja» a los clásicos que emparentan deporte y literatura

Unas aficionadas de «La Roja», en la Feria del Libro
Unas aficionadas de «La Roja», en la Feria del Librolarazon

Madrid- «Nuestra experiencia en el pasado Mundial fue espantosa. Cerramos quince días», confiesa Esteban, el propietario de la Librería Deportiva Esteban Sanz. Un pequeño espacio en el centro de Madrid (Calle Paz, 4), en el que los aficionados al fútbol se encuentran con la literatura. Los horarios del campeonato que se disputó en Alemania eran similares a los del Mundial de Suráfrica. El horario de los partidos, en plena actividad comercial, hace que el público se refugie antes en las imágenes que en las letras. El fútbol se juega y se mira, pero también se piensa, se escribe y se lee. Es decir, el fútbol se extiende como una cadena de frustraciones en la que el que no lo puede jugar lo mira. Y el que no tiene ningún partido que echarse a los ojos se conforma con leerlo.Durante años, los intelectuales en España reprimieron su pasión futbolística, lo que ha impedido que este deporte tenga aquí la misma tradición literaria que en Inglaterra y Argentina. Pero la vergüenza empieza a superarse y las librerías se inundan de fútbol. El Mundial y la Feria del Libro contribuyen a la invasión tanto como la ilusión que genera la selección española. «Los secretos de La Roja» es el ejemplo. El autor, Miguel Ángel Díaz, acompañó a la selección española en su viaje hacia el título de la Eurocopa. Las intimidades del triunfo, en palabras de los protagonistas. El libro agota ya su segunda edición.

ConfesionesLos libros se acercan al fútbol en forma de confesiones colectivas o de biografías. Como «U-ru-gua-yo», la de Diego Forlán. O «Raúl. El triunfo de los valores», dedicado al todavía capitán del Real Madrid. Los dos han recurrido a personas de confianza. El delantero del Atlético ha contado con la colaboración de Enrique Ramón, el jefe de prensa del club, una de las escasas personas que tienen acceso a la intimidad del jugador. Enrique Ortego ha escrito el recorrido futbolístico de Raúl. Algo que no le ha supuesto demasiado esfuerzo comparado con obras anteriores. Ortego ya publicó «Cristiano Ronaldo. Sueños cumplidos» o «Gracias, vieja», la biografía de Alfredo Di Stéfano en colaboración con Alfredo Relaño. «A Cristiano lo tuve que ir descubriendo poco a poco, a medida que iba avanzando en la documentación para el libro. A Raúl lo conozco desde hace muchos años, he convivido con él desde sus comienzos», explica el autor.Luis Villarejo ha preferido hacer de «Capitanes» un repaso a una de las figuras más importantes en un equipo. El capitán como líder del vestuario y ejemplo para el resto de compañeros. Villarejo profundiza en la figura de históricos capitanes de la selección española, como Hierro o Zubizarreta, pero también en la de futbolistas de otros países. Especialmente Inglaterra, donde la tradición hace del capitán un verdadero símbolo. «366 historias de fútbol» es la respuesta para los que quieran saber, por ejemplo, qué sucedió en el universo futbolístico el día de su cumpleaños. Alfredo Relaño, director del diario «As», recoge una historia para cada día del año sin despreciar el 29 de febrero, porque los años bisiestos también se juega al fútbol.La literatura futbolística se nutre de novedades y de oportunidades de negocio. A medio camino entre el ensayo y el manual de aprendizaje para entrenadores está «Mourinho. ¿Por qué tantas victorias?», una obra coral de cuatro autores portugueses que explican desde el entrenamiento la razón del éxito del nuevo técnico del Real Madrid. «El libro lleva editado dos años, pero cuando lo fichó el Madrid vendimos 150 ejemplares en ocho días», destaca Esteban Sanz.

OportunidadesLa oportunidad la encuentran los lectores para acercarse a sus nuevos ídolos, pero también las editoriales. En la novela «El fantasista», el chileno Hernán Rivera Letelier devuelve el fútbol al barrio, a la esencia. En España era una obra perdida hasta que la editorial Alfaguara concedió al autor el premio que lleva su nombre y aprovechó para distribuirla de manera masiva. Más complicado es encontrar «Sin arte», la novela del húngaro Peter Esterhazy. Una obra dedicada a su madre, fanática del fútbol y de Ferenc Puskas, en la que los miembros de aquella selección que perdió la final del Mundial 54 ante Alemania tienen gran presencia. Bozsik, Czibor e Higdekuti son, como el gran Pancho, algunos personajes más de la novela.Los lectores pueden también refugiarse en los clásicos, como «El fútbol a sol y a sombra», de Eduardo Galeano; «Fiebre en las gradas», de Nick Hornby; «La intimidad del fútbol», de Ángel Cappa, o «Puro fútbol», la colección de relatos futboleros del «Negro» Fontanarrosa. Incluso en las historias del Míster Peregrino Fernández, de Osvaldo Soriano, que ahora reaparecen en formato de bolsillo con el nombre de «Fútbol. Relatos épicos sobre un deporte que despierta pasiones».Si prefieren descubrir la naturaleza del fútbol bien contado en «Fútbol sin trampa», la obra maestra de César Luis Menotti y Ángel Cappa, «¿Y el fútbol dónde está?», de Cappa sin Menotti, o «Fútbol. Dinámica de lo impensado», del periodista argentino Dante Panzeri, refúgiense en las librerías de segunda mano o pídanselos a un amigo. Están descatalogados. El fútbol de verdad, a veces, también pierde su sitio.