Castilla y León

Caja de Ávila se convertirá en fundación para poder mantener la Obra Social

Pablo Luis Gómez Hernández, nuevo presidente de la entidad financiera abulense

El nuevo presidente de Caja de Ávila, Pablo Luis Gómez Hernández, tras ser elegido
El nuevo presidente de Caja de Ávila, Pablo Luis Gómez Hernández, tras ser elegidolarazon

ÁVILA- Caja de Ahorros de Ávila se convertirá en una fundación de carácter especial para poder mantener la obra social. Así lo afirmó el nuevo presidente de la entidad, Pablo Luis Gómez Hernández, quien sustituye en el cargo a Agustín González después de haber sido designado por unanimidad en el seno del Consejo de Administración Extraordinario.

Gómez Hernández confía en que la transformación, que considera «urgente», se produzca antes de que termine el año, como ya lo manifestó Caja Segovia, entidad con la irá de la mano al estar inmersas ambas entidades en un proceso similar. Caja de Ávila será una fundación «sí o sí» y su nuevo presidente aseguró no plantearse su liquidación por no considerarlo «necesario».
Fondo de reserva

No obstante puntualizó que antes de poder dar ese paso es necesario que la Junta establezca la normativa que regulará ese tipo de fundaciones y también conseguir patronos que otorguen los recursos económicos necesarios para sacarla adelante. «Recursos importantes», matizó el nuevo presidente, «no estamos hablando de unos cuantos miles de euros», agregó, informa Ical.

En este sentido, reconoció no saber la cuantía exacta del fondo de reserva con el que espera poder mantener la actividad hasta 2014 y se remitió al primer Consejo de Administración ordinario que se celebrará durante la segunda quincena del mes de septiembre para conocer la «verdadera situación patrimonial, económica y financiera» de la entidad en función de la cual se establecerá un plan de trabajo que tendrá como premisas el rentabilizar el patrimonio actual y la reducción de costes. A este respecto no descartó plantear un expediente de regulación de empleo en la plantilla actual de la obra social, «diseñada para un nivel de obra social elevado» que no va a mantenerse. «Habrá que hacer ajustes de todo tipo» afirmó, y «optimizar recursos» para huir del déficit y de «agujeros innecesarios» y así asegurar la «pervivencia».

Gómez Hernández insistió en desvincularse de la matriz de Bankia, el Banco Financiero y de Ahorros (BFA) en el que la participación de Caja de Ávila «es de un cero por ciento» después de haberle cedido su negocio bancario. El presidente destacó el «gran valor» de la marca «Caja de Ávila» que, en su opinión, cuenta todavía con un mayor arraigo entre los abulenses que Bankia, con la que convive en las oficinas.