Cataluña

El PP enfría las expectativas del pacto fiscal de CiU tras el 20-N

Sánchez-Camacho y Fernández en la ejecutiva antes de ir a Madrid
Sánchez-Camacho y Fernández en la ejecutiva antes de ir a Madridlarazon

BARCELONA- «Primum vivere deinde philosophari», decía Jorge Fernández cada vez que le preguntaban por la propuesta de pacto fiscal de CiU en campaña. Era su modo de advertir a la federación nacionalista de que antes de renegociar el modelo de financiación de Cataluña, hay que dirigir todos los esfuerzos a sacar a España de la crisis económica. Pero ayer, con la tranquilidad que le da la holgada mayoría absoluta en el Congreso, el PP varió la consigna hobbesiana «primum vivere», y, después, ya veremos.

Desde Barcelona, la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, y desde Madrid, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, quitaron hierro a la victoria de CiU en Cataluña. «Aunque CiU haya sido la fuerza más votada en Cataluña, las elecciones generales las ha ganado el PP», avisó Sánchez-Camacho. Y lo ha hecho con una holgada mayoría absoluta, 186 diputados. Con este resultado, los 16 diputados de CiU «no son determinantes en la gobernabilidad de España», subrayó la presidenta del PP catalán, como sí lo fueron en 1996, cuando el PP, con 156 escaños, se quedó lejos de la mayoría absoluta. Los populares necesitaron dos meses para buscar apoyos para investir a Aznar. De la negociación, Jordi Pujol sacaría el Pacto del Majestic.

Ahora, las circunstancias son otras. Y aunque Mariano Rajoy, en campaña, no cerró las puertas a debatir el pacto fiscal, una vez se estabilice la situación económica de España, ayer, a la pregunta de si el PP contempla la posibilidad de negociar la propuesta de CiU, Cospedal respondió que «tenemos nuestro programa». Tras el primer aviso de Sánchez-Camacho, el ganador de las elecciones en Cataluña, Josep Antoni Duran Lleida rebajó las expectativas sobre el pacto fiscal: «Si no lo conseguimos en esta legislatura, no será ningún fracaso». «Lo importante es que lo defenderemos hasta las últimas consecuencias», añadió.

Aunque Duran crea que tarde o temprano, Rajoy necesitará a CiU, ahora, quien necesita apoyos es la federación nacionalista. Por lo pronto, CiU requiere el respaldo de otro grupo parlamentario para aprobar los presupuestos de 2012. Los de 2011 los tiró adelante con la complicidad del PP.

El Govern congeló la negociación de las cuentas de 2012 para que el «pim, pam, pum» electoral no interfiriera. Superado el 20-N, esta semana se reanudarán las conversaciones. ERC se ha ofrecido a CiU como recambio del PP para facilitar la gobernabilidad de Cataluña, pero los populares quiere continuar influyendo en la orientación de los presupuestos. Eso sí, con la seguridad que le da la mayoría absoluta en Madrid, Sánchez-Camacho avisó de que «seremos críticos y exigentes con CiU» y «no daremos nuestro respaldo a cambio de nada».

La federación también requiere ayuda para gobernar en otras instituciones. En el Ayuntamiento de Barcelona, Xavier Trias estudia la posibilidad de un gobierno de coalición con el PP.
«Habrá Jorges en el Gobierno»

Sánchez-Camacho reivindicó unos resultados que confirman su posición de centralidad y le garantizan el papel de interlocutor entre el Govern y el Ejecutivo de Rajoy, en el que Cataluña tendrá una presencia «importante» –100.000 de los 500.000 nuevos votos del PP son catalanes–. «Habrá Jorges», avanzó Sánchez-Camacho en alusión a Fernández y Moragas.

 

ERC se ofrece para apoyar al Govern
A Esquerra Republicana no le importaría convertirse en el socio preferente del Govern de CiU. Desde que Oriol Junqueras tomó las riendas del partido, ERC ha multiplicado sus gestos para colaborar con CiU. Ayer, tras la reunión de la ejecutiva republicana, Junqueras volvió a hacerlo. «Esquerra reafirma que estamos aquí para servir al país y volvemos a tender la mano al Govern para tirar adelante los grandes retos como el concierto económico, los presupuestos, la inmersión lingüística y el mantenimiento de la CCMA», dijo el presidente de ERC. Junqueras teme que el Govern opte por buscar el respaldo del PP, por ejemplo, para pactar los presupuestos, tal y como sucedió la última vez. «Sabemos que CiU tiende a preferir en el Parlament el apoyo del PP pero este partido se siente ahora mucho más fuerte y se lo hará pagar más cara que nunca», alertó. La intención de Esquerra es formar un frente nacionalista y volver a la primera línea de influencia. En Madrid, ERC quiere formar grupo con Amaiur.