Comunidad de Madrid

Un impulso para la formación

La Comunidad organiza talleres que unen enseñanza y trabajo remunerado

la consejera de Empleo y Mujer, Paloma Adrados, con los estudiantes de cocina y servicios a la hostelería
la consejera de Empleo y Mujer, Paloma Adrados, con los estudiantes de cocina y servicios a la hosteleríalarazon

Madrid- En plena crisis económica y con las filas del paro cada vez más largas, es muy arduo acertar con la formación adecuada para lograr el ansiado primer empleo o, simplemente, volver a entrar en el mercado de trabajo. Prácticamente ningún centro formativo asegura una bolsa de trabajo esperando a sus titulados, por eso en la Comunidad de Madrid, a través del Servicio Regional de Empleo han optado por dar la vuelta al camino típico de formación-ocupación para que sus talleres logren insertar al mayor número de alumnos.
La oferta formativa del Gobierno Regional se ha diseñado según las especialidades que más demanda acusan en los distintos sectores de la economía regional. Así, los programas se basan en estudios realizados por organismos especializados en el análisis del mercado de trabajo como la Dirección General de Empleo que, en colaboración con las Universidades públicas de la región y con el propio Servicio Regional de Empleo, analizan la situación y las tendencias del mercado laboral. Además, estos estudios sirven también para calcular el número de alumnos por curso, de modo que los titulados se ajusten a la demanda de las empresas y la contratación sea lo más alta posible.
De este trabajo de análisis también parte la opción de realizar la mitad del aprendizaje trabajando en empresas de la región, como ocurre en los Programas Mixtos de Formación y Empleo que alternan la formación profesional con la realización de un trabajo efectivo y remunerado. Estos cursos se dividen en tres tipos: Talleres de Empleo, Escuelas Taller y Casas de Oficios. Las diferencias estriban en la duración y la edad de los desempleados a los que están dirigidos.
Así, las Escuelas Taller y las Casas de Oficios están destinadas a menores de 25 años y tienen preferencia los que lleven seis meses inscritos en las oficinas de empleo, las mujeres y las personas desempleadas con discapacidad, ya que otro de los objetivos del Servicio Regional de Empleo es fomentar la inserción en el mercado de trabajo a los colectivos con más dificultades. Las Escuelas tienen una duración de entre uno y dos años y las Casas de Oficio, un año. Los dos programas tienen un periodo de seis meses de formación y el resto del tiempo los alumnos tienen un contrato con una empresa de la región mediante el cual percibe mensualmente un salario del 75 por ciento del Salario Mínimo Interprofesional.
En el caso de los Talleres de Empleo, la oferta formativa se dirige a mayores de 25 años, especialmente parados de larga duración, a mayores de 45 años, mujeres y personas que tengan algún tipo de discapacidad.
La duración varía entre los seis meses y un año y durante todo el tiempo los alumnos perciben un salario mensual de 1,5 veces el mínimo interprofesional a través de un contrato de formación que firman el primer día del curso.

Interés social
En el caso de estos programas mixtos, los cursos se centran en obras y servicios de utilidad pública o interés social, como gestión del medio ambiente, los servicios personalizados y de asistencia social, las nuevas tecnologías de la información, los servicios de utilidad colectiva, la actividad industrial, el ocio y tiempo libre y la investigación.
También hay especialidades en jardinería, hostelería, cocina o carpintería. A todo esto y a las materias de cada curso en particular, se añaden módulos formativos genéricos para todos los programas sobre informática, sensibilización ambiental y prevención de riesgos laborales, así como orientación y asesoramiento para el desarrollo de habilidades dirigidas a su integración sociolaboral, información profesional y formación empresarial.
En cuanto al resto de oferta formativa del Servicio Regional de Empleo, el repertorio supera las 800 especialidades divididas en 24 Familias Profesionales. Para desarrollarlos también se ha tenido en cuenta las necesidades territoriales de la región a partir de las propuestas de actuación formuladas por los municipios
Los desempleados de los distintos municipios y zonas de influencia son el principal grupo al que la Comunidad destina su esfuerzo formativo, pero los cursos también están abiertos a los profesionales que quieren ampliar o actualizar sus competencias para mejorar o ascender en su puesto de trabajo, en un entorno con constantes cambios tecnológicos.
 Este mismo año, la Comunidad de Madrid ha destinado un total de 230 millones de euros para su oferta en formación, que ha constado de 14.000 cursos de los que se han beneficiado más de 200.000 personas. Sólo en los Programas de Formación y Empleo se han invertido más de cincuenta millones de euros para la realización de 331 proyectos y en los que han participado 4.600 alumnos.


Se busca trabajador especializado
- El Servicio Regional de Empleo de la Comunidad de Madrid tiene en el punto de mira los puestos más demandados para adecuar su oferta formativa a los mismos y surtir, de este modo, las necesidades del mercado de trabajo madrileño. Algunas de las especialidades con más demanda formativa son: operador de grúa torre, montador de estructuras de aeronaves, técnico en trabajos verticales, técnico en transporte sanitario, transporte de mercancías peligrosas, conductor de camiones de remolque clase (E), soldadura al arco eléctrico con electrodos, soldadura de estructuras metálicas ligeras, especialista en infraestructuras telemáticas, electricista en edificios e instalador de equipos y sistemas electrónicos.
- Para cubrir todos los puestos de trabajo, el Gobierno regional divide su oferta formativa en 24 familias profesionales que abarca desde las actividades físicas y la imagen personal hasta el tratamiento del vidrio el textil o la cerámica. También han puesto especial atención en las nuevas tecnologías así como en los nuevos oficios generados por la preocupación del medio ambiente, que forman parte de la familia «Energía y Agua». Todo ellos sin perder de vista «clásicos» como administración o sanidad.