Europa

Estados Unidos

Sin salida

La Razón
La RazónLa Razón

¿Debate del Estado, de qué nación? Ésta sí que es buena. Ahora, este concepto discutible no induce a pensar que ha de ser la española. De hecho el presidente del Gobierno, para no enredarse más, ni siquiera fue capaz de pronunciar la palabra nación en todas sus diferentes peroratas, maldita palabra para él, por los devaneos de cabeza que le ha traído... y le seguirá trayendo. Porque esto ha sido lo más sustancioso que hemos oído en este Debate: Zapatero seguirá empecinado en huir hacia delante y ayudará a profundizar en el autogobierno catalán que el Constitucional ha mermado. Huir hacia delante y rectificar, ésta es su política a dosis iguales. Entre las rectificaciones más sonoras, el presidente está dispuesto ahora a reconsiderar su oposición a la energía nuclear, la gran asignatura pendiente que tenía en el capítulo «donde dije digo», después de haber desoído insistentemente a Europa, a Estados Unidos, a Rusia, a China, a Japón, a la oposición, a Felipe González y hasta a su mismísimo ministro de Industria. Disculpen ustedes pero qué cansancio. Qué hastío. Qué hartazgo. Qué aburrimiento. El presidente del Gobierno vuelto del revés, como si gobernara desde el forro, desde el envés del traje que ha lucido hasta ahora. Se lo dijo Rajoy: está gobernando con un programa distinto a aquel con el que se presentó a las elecciones, pero ni por éstas se irá. Tiene el propósito de reinventarse –ya lo dijo– cueste lo que cueste. Y en esto estamos. Rajoy, predicando en el desierto, pidiendo a oídos sordos que Zapatero se vaya, porque no puede echarle. Durán, o sea CIU, confesando a voz en grito que está «harto» de ZP, pero dispuesto a apretar el botón de los apoyos cuando sea menester. Erkoreka, el PNV, diseccionando a Zapatero como a un cadáver porque tiene a España «hecha unos zorros», y sin embargo con la mano egipcia dispuesta a cobrarse el enorme favor de apoyarle los presupuestos del próximo año... ¿No sería más lógico, que si todas sus señorías están hartas, porque el país está hecho unos zorros, se animaran a pactar con Rajoy una moción de censura que ahuecara de la poltrona a un Zapatero resistente a los cambios, salvo a los virajes suyos? Ya sabemos que una moción de censura conlleva necesariamente la presentación de un candidato alternativo, en este caso Rajoy, y es entendible que los partidos pequeños no aupen esta opción. Lo que no es entendible es que, si la situación de España no tiene salida con Zapatero, no pacten la opción Rajoy, con la garantía de que éste convocaría elecciones inmediatamente. Generosidad de todos. Y que el pueblo decida.Treinta años de democracia no son suficientes para haber alcanzado una madurez política semejante. Aquí preferimos seguir dos años más a la gresca, con la crisis económica asomándonos al precipicio. Estamos bloqueados. El callejón no tiene salida en los próximos tiempos. Sólo cabe resistir. Entretanto el desapego ciudadano hacia la clase política sigue creciendo. Justo castigo para unos individuos que sólo están en el rebañeo electoral, en preservar su corralito. Una pena.