Hoy se celebra una reunión en La Moncloa que puede ser útil o inútil. El tiempo dirá si ha sido o no una perdida de tiempo. Zapatero ha convocado a un grupo de empresarios y banqueros que son los tractores de la economía. La magnitud de lo que representan es difícil de cuantificar, porque es mucho más que la facturación de unos o los depósitos de los otros. Es indudable que arrastran con su fuerza al conjunto de la economía. Zapatero tiene una oportunidad extraordinaria que no debería malgastar con fuegos de artificio. Es la oportunidad para escuchar las inquietudes y necesidades de las mayores empresas y entidades financieras que arrastran con su actividad a las pymes y los autónomos. Todo el mundo le pide reformas. Ante la cita de mañana puede adoptar dos actitudes. La primera sería escuchar y hacerse la foto y ya está. Un grave error. La otra y más positiva sería tomar buena nota e impulsar las reformas, por muy impopulares que sean, que nos permitan ganar credibilidad en los mercados y superar la crisis económica.