Vitoria- Mariano Rajoy aterrizó en la campaña vasca, por segunda vez esta semana, con un llamamiento a la «unidad y la concordia» como única ecuación de progreso factible. Y lanzó, como en anteriores mítines del PP vasco, una clara advertencia a los nacionalistas, empeñados en la independencia y enardecidos con el referéndum planteado en Escocia. «Fuera de España y Europa se está en ninguna parte, condenado a la nada. Y no hay reenganche posible».

Rajoy envió este mensaje desde el Teatro Campos de Bilbao –sin aludir directamente a unas siglas– a quienes mantienen en su agenda, de forma más o menos prioritaria, la secesión de España, un día después de la Fiesta Nacional. Una jornada que en el País Vasco y Cataluña dejó testimonios de desafío en varias instituciones gobernadas por los independentistas, ya que hicieron un llamamiento a acudir al trabajo pese a ser festivo. No obstante, Rajoy no hizo referencias a la homogeneización o a la españolidad. Y, tras señalar que «no hay que confundir raíces con fronteras», reivindicó un País Vasco, «vasco, español y europeo». Convencido de que ese triple sentimiento de pertenencia es el mayoritario, el jefe del Ejecutivo hizo un llamamiento a esa «mayoría» de vascos que «no se quieren desentender del resto de españoles y europeos» para que apoyen al PP en unos comicios que volvió a calificar de «trascendentales».

Y es que está en juego la estabilidad a todos los niveles. Rajoy recordó que «el mayor error» en la actual coyuntura «sería sumar a la crisis económica una crisis política e institucional», en referencia a la intención de consumar consultas separatistas. Y añadió que desmarcarse de la Constitución y del Estatuto de Autonomía significa «apartarse de la prosperidad, el bienestar y el empleo». Al próximo Gobierno vasco, que según las previsiones volverá a manos del PNV, le advirtió de que «se deje de líos». Y respecto a la gestión de la crisis por parte de su Ejecutivo, defendió las medidas que adopta «aunque no nos gusten», porque ponen las bases para salir de la crisis. Pegado a la actualidad, el presidente del Gobierno aprovechó la noticia de la concesión del Premio Nobel de la Paz a la UE para abogar por el europeísmo.

Sin concesiones a ETA
Rajoy no olvidó aludir a ETA, cuando se cumple el próximo día 20 un año desde que anunciase el «cese definitivo» de la violencia. «Queremos que se acabe sin condiciones», exigió.
En su maratón de campaña, el líder del PP llegó ayer por la tarde a la localidad lucense de As Nogais, donde se reunió con varios centenares de simpatizantes. Allí aseguró que «en España sobra espectáculo, exageración y radicalismo en el fondo y en las formas», de forma que «lo que más le conviene a Galicia, y a toda España, es que el PP gane en esta comunidad, y que el Partido Popular en España salga reforzado de aquí».

La montaña y la «morriña» de Rajoy
En el centenario hotel balneario de Guitiriz, ante varios centenares de militantes y simpatizantes de su partido, Rajoy habló de crecimiento económico, de empleo, de sanidad, de educación, de soberanismo, en fin, de todos los asuntos de la actualidad político. Pero el presidente del Gobierno se detuvo especialmente, quizá por aquello de la «morriña», durante varios minutos en recordar sus comienzos en política, precisamente en las montañas de su Galicia natal. Rajoy habló así con un grupo de personas, con las que se fotografió tras visitar las instalaciones de este tradicional hotel balneario, en un improvisado acto público. Y les aseguró que «yo vengo aquí a pediros el voto, y lo digo así, a que nos ayudéis, hagáis un esfuerzo por Galicia, los gallegos y España».