Salud

Aprender a respirar y a estirarse con el Pilates/ por José Antonio VERA

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El método Pilates se consolida como una de las mejores técnicas para estar en forma sin necesidad de matarse a ejercicios bruscos con pesas o excesos. Se habla de la revolución Pilates en la medida en que es verdad que ha modificado la percepción que teníamos sobre cómo tener un cuerpo perfecto sin necesidad de pasar cada día cinco horas en el gimnasio. Se le ocurrió a un joven alemán (Joseph H. Pilates, 1880, Dusseldorf) débil y enfermizo, muy disminuido tras sufrir diferentes episodios de raquitismo, asma y otras enfermedes. Decidido a superar sus problemas físicos, Pilates desarrolló un método de ejercicios al que denominó «Contrología», que pronto le convirtió en un individuo sano y en buena forma física, hasta el punto de que se llegó a convertir en un atleta que destacó en deportes como el esquí, la gimnasia, el buceo y el boxeo. Incluso llegó a ser un artista de circo.
El principal objetivo del método consiste en proporcionar estabilidad a la zona del torso, sostén de la columna vertebral.
Miles de personas lo practican hoy en todo el mundo, con el resultado común de que sus seguidores hablan maravillas de un método que les ha permitido mantener la forma, corregir defectos posturales, sentirse bien, ganar en agilidad y en vitalidad. Conozco a mujeres que no se podían agachar para coger algo del suelo y que ahora se curvan como gatos. También el caso de una conocida a la que le faltaba un centímetro para poder concurrir a unas oposiciones, y que, tras entrar en contacto con pilates, llegó a alcanzar tres centímetros de más. Algo que se entiende, porque una de las claves del ejercicio está en los estiramientos. La otra en la respiración.
Con relación a los primeros, hay que saber que los estiramientos alargan los músculos, les dan elasticidad y mantienen las articulaciones flexibles. Son especialmente importantes para que la columna funcione con normalidad. Practicarlos regularmente impide que uno se encoja al envejecer (después de los 40, el cuerpo tiende a encorvarse). Y, en efecto, se pueden ganar centímetros de altura, amén de correr menos riesgos de lesiones. Los gatos se mantienen en forma casi exclusivamente con estiramientos.
De ahí que varios de los movimientos de Pilates nos recuerden a un gato desperezándose. Pero hay que estirarse bien, pues hacerlo súbitamente, sin calentar antes el cuerpo, puede producir desgarramientos musculares y otro tipo de problemas. Eso sí, lo bueno de los estiramientos es que se pueden hacer en cualquier sitio o momento: cuando uno está sentado en el escritorio, viendo la televisión, mientras se espera a alguien o a que se caliente un caldo en la cocina.
La otra base de Pilates está en la respiración. Es lo primero de todo, aprender a respirar. Controlar adecuadamente la respiración y la contracción abdominal simultánea. Es muy importante prestar atención a la forma de respirar. Si las últimas costillas se expanden de manera perceptible con cada inhalación, estaremos respirando correctamente. Si por el contrario no participan, lo estaremos haciendo de forma inadecuada o superficial. No estaremos usando más que el tercio superior de los pulmones. Una mala respiración se relaciona con una mala postura. Por eso es tan importante aprender bien a respirar.
 Y es que respirar es vida. Una buena gimnasia respiratoria favorece el sueño, mejora la salud del estómago, nos tranquiliza en general, alivia los problemas de asma, disminuye la barriga adiposa siempre y cuando se trate de una respiración correcta, basada en el ejercicio abdominal. También es importante hacer la respiración al aire libre o con la ventana abierta. Inspirar por la nariz y expirar por la boca durante cinco, diez o quince minutos cada mañana y, si se puede, también al mediodía y por la noche. Y respirar aire puro.
La humanidad hoy en día está falta de oxígeno. El oxígeno por sí mismo puede curar, siempre y cuando sepamos suministrarlo al cuerpo con ejercicios correctos, algo que logra el método Pilates con resultados más que satisfactorios, sorprendentes e incluso en muchos casos hasta revolucionarios. Lo dicen todos los que lo practican, siempre y cuando lo hagan bien y correctamente asesorados por un entrenador personal.