Valencia

El fin justifica el medio

La Razón
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Parece que a todo se acostumbra uno. Tanto que aceptamos como normales actitudes que cuestionaríamos con una mínima reflexión. Me refiero a la divulgación de la «oferta» de la joven Evelyn, ecuatoriana de 28 años residente en Valencia, subastando su virginidad..La indignación de quienes rechazamos esta historia, con gran despliegue mediático, no viene motivada por el hecho en sí, sino por la repercusión y el tratamiento en los medios de comunicación, que los lectores o espectadores más jóvenes puedan entender que es normal, que es una opción más, que es «un sacrificio, pero vale la pena», que consideren que es una forma lógica de afrontar un problema económico, descartando otras opciones vinculadas al esfuerzo personal.Nos debe preocupar qué valores estamos transmitiendo. Algunos medios de comunicación olvidan su responsabilidad social, porque finalmente no saben qué uso tendrá ese dinero, según declaraciones de la protagonista. Han transmitido valores muy diferentes a los las multitud de personas que anónimamente trabajan duramente para sacar adelante a una familia, colaborando en organizaciones sociales, ejerciendo voluntariado en distintos campos... Sus experiencias, todas ellas admirables, no conllevan más que algún puntual reportaje en los medios. Evelyn, en cambio, se los ha llevado a casi todos de calle.