Santander

La AEB ve en las fusiones la solución a la crisis

El presidente de la patronal bancaria afirmó que los bancos no tienen intención de entrar en el capital de las cajas.

La AEB ve en las fusiones la solución a la crisis
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El presidente de la Asociación Española de Banca, Miguel Martín, apostó ayer, en un curso sobre la situación económica en la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo, en Santander, por las fusiones entre entidades como la mejor de las soluciones para afrontar la crisis en vez de acudir a inyecciones de capital por parte del Estado. Aunque los síntomas de mejora de la situación financiera existen, Martín destacó que buena parte de éstos se producen gracias a las ingentes cantidades de dinero aportadas por los gobiernos y los Bancos Centrales para facilitar la liquidez y el crédito. Según el presidente de la patronal bancaria, falta aún confianza en el sistema. Y es que queda todavía pendiente conocer la situación real de cada banco y esto no será posible hasta que Europa se ponga de acuerdo y se efectúen los denominados «test de estrés» en la banca. Martín se refirió a los últimos datos del FMI, que cifran en una veintena el número de cajas o bancos que precisarán inyecciones de capital, y consideró excesivos los 90.000 millones a los que se estima puede llegar, vía deuda, el futuro Fondo de Reestructuración y Ordenación Bancaria (FROB). Aunque el presidente de la patronal bancaria no cree en las ayudas públicas, declaró que «apoyaremos a tope, sin restricciones, la decisión que adopte el Gobierno, nos guste o no», si bien reconoció que, hasta el momento, no ha sido informado por el Gobierno de los planes del FROB. La nacionalización de las entidades «tiene que ser temporal», añadió, para recordar que la banca pública no funciona y acaba por resultar ineficaz. La banca española, reiteró Martín, no tiene intención de entrar en el capital de las cajas ya que, afirma, la solución debe de salir de ellas. Como hicieran la víspera los representantes de las principales cajas, Martín está de acuerdo en que las cuotas participativas que puedan emitir las cajas tengan derecho de voto, pues «eso de inyectar dinero y no mandar no existe».