Hollywood

La larga marcha hacia el «e-book»

La larga marcha hacia el «e-book»
La larga marcha hacia el «e-book»larazon

Internet, los nuevos modelos de negocio que van asociados, el libro electrónico y la necesidad de proteger los derechos de autor centraron ayer parte de los debates del Congreso Internacional de Economía y Cultura que se celebra en la Cámara de Comercio de Barcelona. La conclusión fue clara: no hay que tener miedo a internet, es la mejor herramienta para la difusión de productos culturales, pero todavía hay que encontrar modelos de negocio que sean adecuados para asegurar que los creadores y empresarios puedan llegar a cobrar por sus ideas y su inversión.

El libro electrónico, en concreto, centró mucho la atención. José Manuel Lara, presidente del Grupo Planeta, aseguró que el tránsito entre formato papel y formato digital será lento. «El cambio va a ser grande, pero no va a seguir un proceso parejo al apagón digital, de un día para otro. Se realizará en décadas, y el problema estará en si en la migración caerá la edición minoritaria», señaló Lara, quien aseguró que en su empresa un grupo de una veintena de personas se prepara para asegurar al máximo este buen tránsito: «Hay que estar preparado y hacerlo bien. Si no mira cómo está la industria del disco», dijo.

Lo importante es el productoEl presidente del Grupo Planeta puso ejemplos de lo bueno y lo malo que ha dado la red a la edición y aseguró que la enciclopedia ha sido una de las mayores perjudicadas: «Internet no garantiza la calidad de los contenidos. La mitad de la Wikipedia es inexacta, no es fiable. En cambio, la Enciclopedia Británica no tenía este riesgo», señaló. Como buen ejemplo, puso los textos jurídicos de Ediciones Aranzadi.

Según Lara, la tendencia económica global es abaratar el coste de los intermediarios. El problema de la edición es que los intermediarios son caros. Por eso no ve a internet como un problema si puede ofrecer productos a un máximo número de personas con un mínimo coste. Lo que tiene claro es que a pesar de los nuevos formatos, de las cambiantes formas de distribuirlo, lo principal es el producto. «Nuestro trabajo consiste en capturar lo que la gente con talento tiene que decir y ofrecérselo a los que quieran escucharlo», aseguró. Puso como ejemplo las críticas contra la tiranía de las «majors» americanas en la distribución de cine: «No tienen el poder porque tengan la distribución. Tienen el poder porque tienen el producto. Si el mercado reclamase cine español, se lo ofrecerían», afirmó. La clave es que a través de Hollywood, EE UU ha conseguido que sus productos, desde la hamburguesa a la novela negra, sean considerados en el mundo entero como propios. «En la economía globalizada, los productos locales aglutinan el setenta por ciento del mercado cultural. El resto es anglosajón. Ese es su poder», aseguró Lara, que puso como ejemplo su propio grupo, presente en 32 países y en cinco idiomas.