La marcha de Rosa Aguilar a la Junta con Griñán provoca otro cisma en IU

MADRID- La polémica en Andalucía está servida. El socialista José Antonio Griñán tomaba ayer, por la mañana, posesión como presidente de la Junta andaluza -acto al que acudió su antecesor en el cargo durante 19 años y actual vicepresidente tercero, Manuel Chaves-. Horas después, tras anunciar su nuevo gobierno, se produciría el cisma político, porque Griñán comunicaba entonces que su ejecutivo estará formado por nueve mujeres y seis hombres, pero el revuelo en el Parlamento estalló cuando desveló a su «nuevo fichaje» para la Consejería de Obras Públicas y Transportes: Rosa Aguilar, hasta ahora alcaldesa de Córdoba por IU, que entrará como independiente. Las críticas comenzaron a aflorar, aunque sin grandes sorpresas -Aguilar ya llevaba tiempo desmarcándose de IU-. El secretario general del PP andaluz, Antonio Sanz, anunció que solicitarán la convocatoria de la Mesa Antitransfuguismo. «Es una falta de respeto sin precedentes» después de que Griñán hiciera una oferta de diálogo a los grupos «que hoy pisotea», enfatizó. Además, consideró que el nombramiento derivará en una crisis institucional en Córdoba, «la segunda después de la marcha de Chaves». Mientras, en IU, el coordinador general del partido, Diego Valderas, convocaba de manera «urgente» una reunión para analizar la situación creada tras la decisión de Griñán -el fichaje es idea del propio presidente y no del partido, según aseguró Pizarro a Valderas, informa Ep-. Mientras, desde IU de Andalucía aseguraron que «la marcha nos afecta, pero no nos interrumpe el paso». Las críticas arreciaron desde otros miembros del partido. Cayo Lara, coordinador general de IU, aseguró sentirse «triste», y Gaspar Llamazares acusó a la edil de no ser «leal», calificando su paso de «injustificable». Inés Sabanés, portavoz de IU en Madrid, expresó su «rotundo» y «pleno» desacuerdo con la decisión de Aguilar, quien dejará de ser militante de la formación. Sin embargo, desde el PSOE no cesaban los elogios. Aguilar apuntó que dejará claro su «compromiso» con Córdoba y que no se ha afiliado a ningún partido ni nadie se lo ha pedido, Griñán se defendió alardeando de «la sensibilidad de izquierdas» que la edil posee.