Estrasburgo

Lavado de imagen

La Razón
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La ofensiva viajera que inicia el presidente Rodríguez Zapatero persigue calmar al amigo norteamericano y limar asperezas con los europeos. Patinazos como el de Kosovo, sin cuidar las esenciales formas, hace que un político escasamente aficionado a giras exteriores no se baje del avión en unos cuantos días. Pese a la versión oficial, Zapatero no tenía previsto acudir a la Cumbre de Líderes Progresistas en Viña del Mar, pero la presencia de Joseph Biden trastocó sus planes. Necesitaba la foto con el número dos de Obama para lo que se dice «un lavado de imagen».Las citas del G-20 en Londres, el aniversario de la OTAN en Estrasburgo, el encuentro Consejo Europeo-Estados Unidos en Praga, en las que estará el presidente norteamericano, y la Alianza de Civilizaciones en Estambul aconsejan que Zapatero redoble esfuerzos. Tras sus alabanzas hacia Obama, en contraposición a las críticas contra Bush, no puede arriesgarse a un gélido saludo como los de antaño. Mucho menos cuando España presidirá la Unión Europea en el primer semestre del 2010 y los ánimos están todavía caldeados.En su etapa de senador demócrata, Biden censuró la retirada española de Irak. En fuentes diplomáticas se comenta que ahora tampoco le ha gustado nada la torpeza de los Balcanes. De manera que, contra su costumbre, Zapatero cruza el charco y tiende puentes. A capear el temporal.