Elecciones en Ecuador

Los venezolanos dijeron «no» a la reforma constitucional de Chávez

Tan solo unos veinte minutos después de conocerse el boletín del Consejo Nacional Electoral (CNE), Chávez felicitó desde el Palacio presidencial de Miraflores a sus «adversarios» por su victoria en el referendo del domingo.
«No es ninguna derrota. Es otro ‘por ahora'», manifestó el presidente venezolano, en alusión a una anterior ocasión en que utilizó estas mismas palabras, hace 15 años.
Fue en 1992, cuando, ya detenido tras fracasar el golpe de Estado que lideraba, se dirigió por televisión a los militares que se habían sumado a su acción y les dijo que se retiraran, que no se podía hacer nada «por ahora».
Esta madrugada, en cadena nacional obligatoria de radio y televisión desde Miraflores, Chávez afirmó que seguirá trabajando en el proyecto que planteó al país para avanzar en los cambios. «No se pudo por ahora, pero mantengo la propuesta», dijo. El presidente venezolano felicitó a todos por la jornada electoral del domingo en la que 16 millones de venezolanos habían sido convocados para pronunciarse sobre los cambios en la Carta Magna de 1999 destinados, según el mandatario, a «dar mas poder al pueblo».
No lo veían así los partidos de oposición, los estudiantes contrarios al gobierno, las cúpulas empresariales y comerciales, la Conferencia Episcopal, y todos los que se habían sumado el rechazo, incluidos ex partidarios suyos.
Para ellos, el proyecto de Chávez era un instrumento para instalar un «socialismo autoritario» y «eternizarse» en el poder.
Según el boletín oficial del CNE, dado a conocer por su presidenta, Tibisay Lucena, más del 50 por ciento de los venezolanos había dicho «no» a la reforma.
Lucena señaló que un 50,7 por ciento de los venezolanos votó en contra del primer bloque de artículos sometidos a consulta, mientras un 49,29 se pronunciaba por el «sí». Asimismo, un 51,05 por ciento rechazó el segundo bloque de artículos mientras lo aprobaba un 48,94 por ciento, con una abstención del 44,9 por ciento.
El margen era estrecho, pero el veredicto estaba claro. Y así, aparentemente, lo entendió el presidente Chávez, quien dijo que, con más del 90 por ciento de los votos escrutados, el resultado era «irreversible», y que lo prefería así.
Fueron unos resultados «reñidos», según había reconocido unas horas antes el vicepresidente venezolano y jefe del comando de campaña del «sí», Jorge Rodríguez.
También hablaron de estrecho margen los dirigentes opositores, como Julio Borges, del partido «Primero Justicia».
«Lo digo con responsabilidad. La foto final es muy cerrada», dijo Borges a la prensa en la sede del Consejo Nacional Electoral (CNE) tras realizar una «visita preventiva» al organismo.
Explicó que la visita se debió a que organismos oficiales habrían puesto a circular, según su criterio, resultados del referendo favorables a la aprobación de la reforma que no coincidían con los que tenía la oposición.
Los apretados resultados, y la aparente dificultad del CNE en dar un anuncio claro de la victoria, prolongaron la noche electoral mucho más de lo previsto, generando una creciente tensión a las mismas puertas del Poder Electoral.
Varios representantes de la oposición empezaron a exigir, en declaraciones a los medios, que se hiciera ya público el veredicto de las urnas, con alusiones a un presunto intento de ocultar los verdaderos resultados. El nerviosismo de la noche profunda contrastaba con la jornada soleada y tranquila que marcó el referendo. El día de votación transcurrió con total normalidad, exceptuando unos incidentes aislados, y con una afluencia regular en la mañana, que fue aumentando horas después.
A lo largo de la jornada se escucharon los llamamientos al voto tanto del gobierno como de la oposición, y palabras también a favor del diálogo y la reconciliación por parte de algunos dirigentes opositores como el gobernador de Zulia, Manuel Rosales, que hace justo un año fue derrotado por Chávez en las presidenciales.
Esas mismas palabras se oyeron en la madrugada de este lunes en las filas de los políticos que se habían opuesto a la reforma, en medio de una explosión de júbilo de sus partidarios por esta primera derrota de Chávez en las urnas desde que fue elegido presidente hace nueve años.