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Méndez contra los nuevos tiempos

Méndez, contra los nuevos tiempos
Méndez, contra los nuevos tiemposlarazon

Las calles de Barcelona han cambiado. Antes los policías tenía controlado a los delincuentes. Los conocían, incluso se iban a tomar café con ellos. Cuando había un robo sabían quién había sido sólo por su forma de actuar. Ahora todo se ha redimensionado, las bandas internacionales, el tráfico de mujeres, las células terroristas. Todo es más duro y cruel. Aunque pa- ra inspectores veteranos como Méndez no hay más remedio que adaptarse. Incluso su superior le ha hecho llevar móvil y tenerlo, así, siempre localizado. Impunidad criminal Francisco González Ledesma regresa a la novela negra con «No hay que morir dos veces» (Planeta), en el que su mítico inspector Méndez tendrá que luchar a un tiempo contra lacras sociales como la pederastia, el tráfico de mujeres o el terrorismo. «Hemos ido a peor en los últimos años en cuanto a delincuencia. Primero, porque no se ha desechado el problema de la pobreza. Segundo, porque ahora las que imperan son las bandas internaciones. Y tercero, porque las leyes no son nada duras y hay una sensación general de impunidad que invita a delinquir. No puede ser que un asesino tenga un permiso penitenciario a los cinco años», afirmó ayer el escritor. De nuevo nos encontramos con un Méndez directo, poco amigo de las tonterías, simple en su forma de ser, pero perspicaz en sus deducciones: «Si ve que la ley no va a encerrar a los culpables, toma la justicia por su propia mano. Es un tipo difícil, pero tiene espacio para la ternura y siente una sincera piedad por los pequeños delincuentes», aseguró González Ledesma. Su personaje ha superado los 60 años, pero se niega a jubilarse: «En realidad, le tocaría, pero, mientras yo sea capaz de escribir, no creo que le deje», bromeó el escritor. «Es un amigo, se parece mucho a mí, aunque con nuestras diferencias, yo soy como mucho mejor», concluyó.