Diplomacia

Moratinos augura una tregua en Gaza «si todo va bien»

Moratinos augura una tregua en Gaza «si todo va bien»
Moratinos augura una tregua en Gaza «si todo va bien»larazon

EL CAIRO- «Si todo marcha como esperamos, en unos días Egipto podrá anunciar un alto el fuego entre Israel y Hamas». Con estas palabras pronunciadas en El Cairo comenzó ayer el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, una gira por Oriente Medio para impulsar el plan de paz franco-egipcio. Moratinos hizo esta optimista declaración tras reunirse con su homólogo egipcio, Abul Gheit. Ya son diecisiete los días de la ofensiva israelí contra los terroristas de Hamas y todos los esfuerzos diplomáticos están centrados en arrastrar al grupo islamista y a Israel a una tregua. La delegación española no trae ninguna iniciativa propia, pero el objetivo principal de Moratinos es acercar a Siria y Egipto, que andan esquivándose desde que Hamas rompiera unilateralmente la tregua de seis meses auspiciada por el Gobierno del presidente Hosni Mubarak. Mucho más vehemente se mostró Gheit, quien acusó a Israel de «utilizar la sangre palestina como combustible electoral». Acariciando ya el fin de la ofensiva hebrea, ambos ministros se refirieron al día después, cuando toque poner en pie la franja reducida ahora a escombros. Moratinos comprometió un esfuerzo financiero español, otro más, para ayudar en la reconstrucción y señaló que nuestro país podría volver a enviar efectivos de la Guardia Civil y la Policía para integrar la fuerza de observadores que deberá velar para que se cumpla lo acordado. Antes de abandonar El Cairo, el titular de Exteriores español mantuvo un encuentro (cuyo contenido no trascendió) con el jefe de la Inteligencia militar y principal negociador egipcio, Omar Suleiman, así como con el secretario general de la Liga Árabe, Amro Musa, quien se mostró más escéptico sobre el futuro en la zona. «Habrá un antes y un después de Gaza, como ocurrió con el 11-S», aseguró Musa, quien remarcó que es Israel quien «deberá decidir si quiere vivir en paz con sus vecinos». La diplomacia española no va a mantener ningún contacto directo con los líderes de Hamas, organización considerada terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea (UE) y cuya sede política sigue estando en Damasco. Moratinos explicó además que Israel, a través de su embajador en España, Raphael Schutz, mostró su rechazo a la postura de España, en concreto por la presencia de dirigentes del PSOE en la manifestación celebrada el pasado domingo en Madrid, encabezada por una pancarta que decía «Paremos el genocidio en Gaza». Moratinos destacó que, pese a todo, Schutz le transmitió que la gira era «oportuna y constructiva». Siria fue la segunda parada en la mini gira del ministro de Exteriores español, veterano negociador que ya lideró los esfuerzos de la UE por pacificar esta convulsa región entre 1996 y 2003. Moratinos fue recibido por la noche en Damasco por su homólogo, Salid Al Moalem, y hoy está previsto que se reúna con el presidente sirio, Bachar al Asad. El penúltimo destino será Israel, donde mañana tiene previstos encuentros con el primer ministro Olmert, el presidente Peres y su homóloga, Tzipi Livni. También se reunirá en Ramala, capital de Cisjordania, con el rais palestino, Mahmud Abas. Lo cierto es que la mediación española está más bien destinada a templar gaitas entre árabes, ya que Moratinos dedicará su última parada del viaje a El Cairo, donde regresará para explicar a Mubarak lo hablado en Siria. Y es que ésta es la semana decisiva para zanjar la crisis. El próximo martes día 20, Barack Obama será el nuevo presidente de EE UU y todos esperan el comienzo de una nueva era, la del diálogo. Los implicados en el conflicto se afanan en tomar la mejor posición para, llegado el caso, negociar desde una postura más fuerte. No sólo Israel, Hamas tiene medidos sus movimientos. La decisión de romper la tregua y retomar el lanzamiento de cohetes contra el sur de Israel se antoja un movimiento estratégico que habla claro de su intención de ser (o al menos aparentarlo) el único interlocutor palestino en la franja de Gaza.