Mascotas

«Tener mascota es ocuparse de ella» por José Antonio Vera

«Tener mascota es ocuparse de ella», por Rafael Vera
«Tener mascota es ocuparse de ella», por Rafael Veralarazon

Cada día más gente vive con animales. Lógico, pues las mascotas aportan compañía y son fuente de felicidad para sus propietarios. Acabamos sintiéndolos como prolongación de nosotros mismos: ocupan un sitio habitual en la vivienda, y nos dedicamos a ellos como si fueran niños a los que se debe mimar o corregir. Aportan, sin duda, grandes cualidades a las personas. Acompañan, dan afecto y protección, favorecen el sentido de la responsabilidad en los jóvenes, atenúan la soledad en los ancianos. Se ha comprobado en diferentes estudios que los propietarios de mascotas visitan menos al médico, tienen menos problemas leves de salud, se sienten mejor psicológicamente, poseen un mejor estado físico debido al ejercicio que hacen con sus animales, y se benefician incluso de una menor presión arterial. El problema es que a veces se generan tantos lazos afectivos que cuando nuestro perro o gato desaparece lo pasamos realmente mal. Lo he vivido en primera persona en varias ocasiones, y la verdad es que prefiero no recordarlo. La última vez que me ocurrió decidí no volver a tener chucho, pero los especialistas te dicen que es un error. La mejor manera de superarlo es buscando otro. Eso sí, también te recalcan que es importante disponer de tiempo. Lo que no se puede es adoptar la mascota de cualquier manera, sin ocuparse suficiente de ella, sin tomar determinadas medidas de prevención con relación a la salud.Hoy es fácil tener animales en casa si les prestamos un poco de atención. Fundamentalmente, si nos ocupamos de llevarles de cuando en cuando al veterinario y ser rigurosos en las visitas cada vez que detectemos una anormalidad. El problema es que no todo el mundo lo hace. Parece increíble, pero más de la mitad de los dueños no tratan a los animales contra sus parásitos más comunes, por lo que los casos de zoonosis son frecuentes, probablemente más de lo que podemos imaginar. En ocasiones con consecuencias graves. Recuerdo el caso de la niña de un conocido que estuvo más de un mes con fiebre a consecuencia de una infección producida por una garrapata. Hasta que los médicos detectaron la causa del problema, el sufrimiento de los padres fue grande. No había manera de saber el por qué del mal de su hija. El mal no era el perro, pero si su portador. De ahí la importancia de mantener a los animales domésticos limpios, convenientemente desparasitados y vacunados, teniendo siempre presentes una serie de normas básicas, especialmente importantes en el caso de los niños. La más relevante, lavarse bien las manos, incluido entre los dedos y las uñas, con agua y jabón cada vez que los tocamos. Por mucho que los queramos, no se los debe besar ni dejarse lamer. Tampoco dormir con ellos. Los gatos especialmente producen alérgenos muy potentes constituidos por proteínas presentes en las secreciones de sus glándulas sebáceas, que pueden generar asma alérgico. Es fundamental la limpieza a fondo, periódicamente, de las superficies a las que tienen acceso, a ser posible con agua y lejía diluida, dado que ésta es muy efectiva contra la mayoría de los gérmenes, con excepción de algunos que requieren desinfectantes amoniacales.Una mascota sana es una mascota segura. Y por ello es necesario, amen de lo anterior, la consulta periódica al veterinario para actualizar las vacunas, controlar posibles parásitos internos (gusanos) y externos (garrapatas, pulgas), que pueden producir enfermedades graves como la leptospirosis o la leishmaniasis. Este problema es visible en primavera y verano, y se combate con facilidad con collares antiparásitos o, sobre todo, vertiendo el contenido de una pipeta desinfectante sobre el lomo del animal, algo que hay que hacer una vez al mes hasta pasado septiembre.También conviene vigilar detenidamente al perro o al gato, llevarlo al especialista cuando tenga cualquier signo de enfermedad, bien sea diarrea, tos, pérdida de peso, etcétera, y cuidar las comidas, evitando que ingieran carne cruda o poco cocinada, huevos frescos o leche no pasteurizada, que puedan hurgar en la basura o beber del retrete. La mejor alimentación es la de piensos, y debe ser el veterinario el que la recomiende en cada caso.Está bien tener mascotas, pero hay que ser responsable y ocuparse de ellas. Por su salud y por la nuestra.jvera@larazon.es