Estados Unidos

El Congreso vota los límites de Trump en el conflicto armado

El presidente de Estados Unidos carga contra Nancy Pelosi

U.S. President Trump announces proposed changes to environmental regulations at the White House in Washington
El presidente de Estados Unidos, Donald TrumpKEVIN LAMARQUEReuters

Lo había dejado claro la presidente del Congreso y líder de la mayoría demócrata, Nancy Pelosi: el legislativo estaba listo para disponer una serie de controles a la capacidad ejecutiva del presidente Donald Trump con relación a Irán. El objetivo, exigir una serie de contrapesos con los que evitar una posible declaración de guerra.

«No nos hacemos ilusiones sobre Irán», comentó, «no nos hacemos ilusiones sobre Suleimani. Era una persona terrible, hizo cosas malas. Pero no se trata de lo malo que sea. Se trata de cuán buenos somos nosotros: se trata de proteger a las personas de una manera que evite la guerra y no nos haga producir una y otra vez generaciones de veteranos que están sufriendo». Pero la postura de los demócratas no concita precisamente los aplausos de la Casa Blanca ni de sus colegas en republicanos en el Congreso.

Así, Kevin McCarthy, líder de la minoría, habló de un voto sin ningún tipo de sentido más allá de boicotear la autoridad del presidente, burlar las expectativas de seguridad del país enviar el mensaje de que «los demócratas preferirían apoyar a la base socialista que oponerse a Irán». Por «base socialista» quiere decir el sector más radical de los demócratas, que controla el relato demócrata desde hace meses mientras Pelosi se embarcaba en la batalla del “impeachment” y el candidato Joe Biden perdía pie frente a rivales como Elizabeth Warren y Bernie Sanders.

«Nunca pensé», comentó McCarthy, que «llegaría un momento en el tiempo en que el presidente de la Cámara estaría defendiendo a Suleimani... que estarían defendiendo a Irán». Por su parte Trump ya había escrito que esperaba que «todos los republicanos de la Cámara voten en contra de la Resolución de Poderes de Guerra de la Loca Nancy Pelosi». «Solo otro fraude demócrata», añadió, «¡Acoso presidencial!».

Lo cierto es que la votación del Congreso llega con el pistón bélico a un ritmo mucho menos violento del esperado. La declaración televisada del lunes, en la que llegó a insinuar que los dos países debieran de concentrarse en cooperar para lograr sus objetivos comunes, como la destrucción del Estado Islámico, y su apuesta final por las negociaciones y la vía diplomática, rebajó en varios grados decisivos lo que durante horas pareció la inminencia de la guerra.

Un conflicto que tiene a la opinión pública en contra. De hecho, en una encuesta publicada por el “US Today”, un 52% califican el comportamiento de como «imprudente». Eso sí, el 42% apoyaba la eliminación del general Suleimani, frente al 33% que se manifestaba en contra. Acaso el peor número de todos era el de ese 52% de encuestados que parecen convencidos de que «el ataque hace que sea más probable que Irán desarrolle armas nucleares».

No son números especialmente halagüeños para una guerra de costes impredecibles y beneficios muy poco evidentes. Máxime en año electoral. Horas antes, en una carta dirigida a la ONU, EE UU solicitó un diálogo «sin condiciones previas» serias con Irán, con el objetivo de evitar una escalada bélica.