Irán

Empiezan a rodar cabezas por el derribo del avión ucraniano: Irán detiene a “varias personas”

El presidente Rohani anuncia la creación de un tribunal especial para estudiar el accidente del Boeing 737

La presión sobre los hombros del régimen de Irán para salvar su imagen tras su gestión inicial de la catástrofe aérea del pasado miércoles les pesa, y se nota. Este martes, en un nuevo intento de demostrar su determinación para llegar hasta el fondo del asunto, el presidente del país, Hassan Rohani, instó a la Justicia a que establezca un tribunal especial para examinar el derribo por error del avión ucraniano, que dejó 176 muertos.

“Por la familiaridad que tengo con cuestiones de defensa aérea, digo que no puede ser una sola persona la responsable del [accidente],” esgrimió Rohani, que fue comandante de las Fuerzas Aéreas a finales de los años ochenta, según una agencia estatal iraní.

Un portavoz de la Justicia, Gholam Hossein Esmaili, anunció a su turno que se han producido ya varios arrestos en el marco de este caso, aunque no detalló de cuántas detenciones se trata, ni quién se ha visto implicado, ni por qué motivo en concreto se han producido. Esmaili, sin embargo, aprovechó su turno también para lanzar un dardo, aparentemente al Ejército y al Gobierno, al sostener que “hubiera sido mejor si hubieran anunciado desde el comienzo que hay comisiones investigando” la tragedia.

En su declaración, Rohani aseveró que, desde el momento en el que se dio cuenta de que el incidente podría haber ocurrido por motivos extraños, hizo todo lo posible para reducir el tiempo de investigación, con el fin de que se conociera la causa del accidente. “Prometo a las familias de las víctimas en Irán y los otros países –del mismo modo que les he dicho a sus líderes y autoridades en conversaciones telefónicas– que el gobierno va a seguir el caso con todas sus capacidades y poder,” apostilló el mandatario, antes de notar que no se trata de un “caso ordinario”. “Todo el mundo nos está mirando,” deslizó.

Sumándose a las palabras de Rohani, uno de sus portavoces, Ali Rabeei, afirmó que el Gobierno no mintió sobre la causa del accidente, y achacó sus “declaraciones erróneas” iniciales a la falta de información y la situación tensa que se estaba viviendo cuando se produjo. En este sentido, la aeronave fue abatida poco después de que Teherán atacara con misiles dos bases militares en Irak con soldados estadounidenses en represalia al asesinato del general Qasem Suleimani en un bombardeo americano días antes.

Rabeei reiteró que los oficiales civiles del régimen no supieron hasta el viernes que la Guardia Revolucionaria –que depende directamente del líder supremo, el ayatola Ali Jamenei– había abatido el aparato. El Ejército admitió la responsabilidad a primera hora del sábado.

Cogiendo el guante lanzado por el presidente, el fiscal general de Irán, Mohamad Jafar Montazeri, indicó que la Justicia investigará el caso de forma rigurosa y transparente. Y en unas declaraciones recogidas por la agencia iraní IRNA, el magistrado precisó que ya habían estado siguiendo el caso desde el principio, aunque adelantó que, debido a su complejidad y sus dimensiones, la misión llevará tiempo.

Los reproches, más o menos velados, que se han lanzado distintos sectores del régimen en los últimos días –en particular el gobierno de Rohani y otros aparatos del Estado como el Ejército, la Guardia Revolucionaria y la Justicia, sobre los que los líderes clericales del país tienen una gran influencia– está dejando al descubierto algunas pugnas internas.

A ello ha contribuido especialmente la presión de la comunidad internacional, sobre todo Ucrania y Canadá, para que se lleve a cabo una investigación transparente y completa del incidente, se rindan cuentas, y se haga justicia para las familias de las víctimas. Teherán informó este martes en esta línea que las cajas negras que se han recuperado del avión serán enviadas a Francia para analizarlas, y que 61 de las 176 víctimas ya han sido identificadas.

Paralelamente, Esmaili, el portavoz de Justicia, adelantó que una treintena de personas han sido arrestadas en los últimos días con motivo de las protestas que han estallado en el país por la tragedia aérea y la gestión de las autoridades. Uno de los detenidos habría sido la persona que filmó el vídeo en el que se puede observar el misil que derribó la aeronave ucraniana, según un periódico local. Su grabación fue la primera que se hizo pública tras ser verificada por el The New York Times.

Tras tres días consecutivos de manifestaciones, este martes Teherán se volvió a despertar con un fuerte despliegue policial, aunque se esperaba que las movilizaciones volvieran a producirse de todos modos por la noche.