Francia

El uso de mascarillas divide a los países de Europa: ¿obligatorias o recomendables?

Mientras que en Austria y República Checa su uso es obligatorio, otros países se decantan por priorizar a los grupos de riesgo ante la carestía de estos protectores faciales

La República Checa ha sido la primera. Bulgaria cambió de opinión, Austria lo pospuso y en Alemania solo la ciudad de Jena impone el uso de mascarillas en público. Los países europeos tienen opiniones diferentes. Austria hará obligatorio el uso de mascarillas en los supermercados a partir del 6 de abril.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que solo las personas con síntomas de Covid-19 y los que los cuidan deben usar protectores faciales. El Instituto Robert Koch, en cambio, considera que las mascarillas que cubren boca y nariz son útiles para proteger al entorno. La ciudad de Jena en Turingia también aplica la medida de protección y Hanau en Hesse quiere ponerlo en marcha.

El presidente del Instituto Koch, Lothar Wieler, explica que "las máscaras para la nariz y la boca son relevantes para la protección de los demás. Si alguien está infectado, entonces las mascarillas impiden que las gotas de virus vuelen cuando estornuda o tose”.

Muchos también temen promover la compra de máscaras en medio de la grave escasez en los hospitales. Algunos expertos en salud pública creen que los mensajes del Gobierno que desalientan el uso de máscaras deberían cambiar. En opinión de Markus Soeder, primer ministro de Baviera, “nos faltan estas mascarillas. Por lo tanto, es importante no hablar del uso obligatorio, antes debemos obtenerlas”.

El director ejecutivo de la OMS, Michael Ryan, asegura que “no hay evidencia específica que sugiera que el uso masivo de máscaras por parte de la población tenga algún beneficio particular”. Ryan se refierió a riesgos vinculados a la puesta inadecuada de protectores faciales, y explicó a cómo las manos pueden llevar el virus hasta la cara en el momento de su colocación.

Dependencia europea

El drama para Europa reside en su incapacidad para producir todas las mascarillas que exige el sistema sanitario para hacer frente a la pandemia de coronavirus, por lo que necesita importarlas. Italia, el primer país de la UE en ser golpeado, tuvo que recurrir a la solidaridad china después de que Alemania y Francia se negaran en un primer momento a vendérselas.

El presidente francés, Emmanuel Macron, promete conseguir antes de que finalice este año la “independencia plena” en materia de mascarillas. Según las autoridades francesas, solo el personal de hospitales y residencias de ancianos necesita cada semana 40 millones de máscaras para afrontar la epidemia de coronavirus, cuando Francia solo produce semanalmente ocho millones y le quedan, en stock, 89 millones. El objetivo de París es alcanzar en el corto plazo los 40 millones de unidades.