Coronavirus

La alta letalidad en EE UU se ceba con los afroamericanos

Los fallecidos por coronavirus superan los 1.800 en un día. En los condados más diversos el ratio de contagio se triplica, mientras crecen las críticas por negligencia contra la Administración Trump

1.800 muertos por coronavirus durante el martes. 13.007 en todo Estados Unidos. 402.923 infectados. En Nueva York, más de 4.000 muertos, el estado anunció un nuevo récord diario de muertes por Covid-19, con 779 fallecidos en las últimas 24 horas, pero el gobernador, Andrew Cuomo, aseguró que la curva de la enfermedad ya se está aplanando gracias a las medidas tomadas.

La alta letalidad en EE UU se ceba con los afroamericanos
La alta letalidad en EE UU se ceba con los afroamericanosweb

A nivel nacional el coronavirus podría estar afectando de manera dispar a diferentes segmentos de la población. Según un análisis del “Washington Post”, la enfermedad estaría siendo especialmente cruel con los afroamericanos. Los resultados del estudio resultan devastadores. En aquellos condados de EE UU donde los negros son mayoría, el número de infecciones triplica el de los condados con mayoría de origen caucásico. En cuanto a las muertes, son casi seis veces más en los condados con mayoría afroamericana.

Los resultados, por cierto, se añaden a lo denunciado por el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, así como por diversos estudios publicados por el “Wall Street Journal” y el “New York Times”: el coronavirus se está cebando entre los segmentos de población que no tienen posibilidad de teletrabajar, desde los empleados de mensajería a los reponedores, cocineros, etc., así como con los barrios de ciudades como Nueva York donde son mayoría los inmigrantes de primera generación, con viviendas en las que a menudo conviven varias familias y donde resulta casi imposible que los enfermos puedan guardar la cuarentena sin estar en contacto con nadie.

Respecto a los datos de los afroamericanos el “Post” escribe que, por ejemplo, «en el condado de Milwaukee, donde está la ciudad más grande de Wisconsin, los afroamericanos representan aproximadamente el 70% de los muertos, pero solo el 26% de la población. La disparidad es similar en Louisiana, donde el 70% de las personas que murieron eran negras, aunque los afroamericanos representan solo el 32% de la población del Estado». En Nueva York, el 34% de los muertos por coronavirus son hispanos y el 28% negros.

El presidente Donald Trump entre tanto, mantiene la línea errática de los últimos meses. Ha nombrado a una nueva jefa de Prensa, Kayleigh McEnany, que en febrero y marzo acusó en repetidas ocasiones a la oposición y la prensa de usar la epidemia para minar al Gobierno: «Intentan politizarlo. A veces parece que apoyan de forma activa todo lo que vaya contra los intereses de Estados Unidos».

Trump, de paso, ha despedido al hombre que teóricamente debía de supervisar el plan de estímulo económico. Y el secretario de la Marina, Thomas Modly, presentó su dimisión. Caía arrollado por sus ataques contra el comandante del “USS Roosevelt”, Brett Crozier, al que destituyó, y al que acusó de estúpido y traidor, después de que el militar, que también resultó infectado, hubiera alertado de un brote de coronavirus en su buque.

Pero las turbulencias llegan desde todos los frentes. Por ejemplo desde la Asociación Nacional de Condados, que denuncia la falta de una respuesta coordinada, que habría abocado a los distintos condados y ciudades a competir por los suministros médicos en un mercado nacional e internacional increíblemente tensionado.

El presidente de la asociación, Toni Preckwinkle, del condado de Cook, en Illinois, explicaba a los medios que «nuestra gente de compras en la Oficina de Emergencias ha estado buscando en el mercado para tratar de encontrar material, particularmente las máscaras N95 y, en general, equipos de protección personal (...) Ha sido uno de los mayores desafíos para las unidades locales de gobierno, debido a que no hemos tenido un esfuerzo integral y coherente a nivel federal para almacenar y distribuir estos equipos».

El gobernador Cuomo, por su parte, en unas declaraciones repetidas por la CNN y otros medios, durante sus ya clásicas intervenciones diarias, insiste en la urgencia de que la población respete las recomendaciones de las autoridades sanitarias. «¿Por qué no se quedan en casa? No se trata de quedarse en casa por uno mismo. Quédense en casa por los demás, por las personas vulnerables ... quédense en casa por los trabajadores de la salud en las sala de emergencias, para no infectar a nadie y poner una mayor carga en el sistema de atención médica. ¿Para quién se quedan en casa? Quéndense en casas por sus madres».