Estados Unidos

Brett Crozier, el nuevo capitán América que arriesgó su carrera por salvar a su tripulación

El comandante da positivo en coronavirus tras ser cesado por dar la voz de alerta de la situación en el portaaviones «Theodore Roosevelt»

El secretario de la Marina de EE UU, Thomas Modly, ha atacado al ya ex comandante del portaaviones “USS Theodore Roosevelt” Brett Crozier, enfermo de coronavirus y destituido después de hacer circular un memorándum en el que daba la voz de la alarma por la situación en el buque.

Crozier escribió a sus superiores para explicarles que la situación era cada día más difícil. En aquellos momentos, el Gobierno jugaba la carta de la contención y eran frecuentes las intervenciones públicas de un presidente que oscilaba entre los mensajes más crudos, cortesía de sus asesores científicos, y las erupciones de optimismo sin soporte fáctico.

A bordo del Roosevelt, hay ya al menos 173 marineros diagnosticados por coronavirus, para una tripulación de 2.000. Falta por practicar tests al 39% de los marineros. «No estamos en guerra. Los marineros no tienen que morir. Si no actuamos ahora, seremos culpables de no haber protegido a nuestro recurso más valioso. Nuestros marineros».

La CNN, que tuvo acceso a la conversación de Moody y ha dado la noticia. Explica que el secretario de la Marina tachó de «estúpido» al militar. Crozier fue despedido entre vítores y aplausos por su hombres. Los vídeos muestran a los marineros jaleando a su comandante en jefe. Lejos de conmover a Moody el político estima que Crozier fue «demasiado naive o demasiado estúpido»: su informe llegó a la prensa y provocó una «enorme controversia». Moody llega al punto de calificar de «traidor» al marino. «Fue una traición. Y puedo decirte otra cosa: debido a que habló en foro público ahora tenemos un gran polémica en Washington.

La CNN reproduce también otro momento de la conversación en el que Moody estima que «si no sabía que esta información llegaría al público en la era de la información que vivimos, es que era, a, demasiado naive o demasiado estúpido para ser el oficial al cargo de un barco así».

La decisión de destituir a Crozier ha sentado muy mal entre sus colegas, y las palabras del secretario de Marina han provocado un malestar más que evidente en el Pentágono. Según la CNN más de un alto mando ha pedido ya entre bambalinas la dimisión de Moody. En las palabras obtenidas por la cadena el secretario confiesa que «no puede controlar o ni tan siquiera cambiar lo el enfado que puedas sentir contra mí por haber destituido a tu amado comandante. Lo entiendo y entiendo que podáis estar enfadados conmigo durante el resto de vuestras vidas».

La destitución del oficial recuerda la caída en España de José Antonio Nieto González, responsable del Servicio de Prevención de Riesgos Laborales de la Policía Nacional destituido a tres meses de su jubilación. Al parecer sus mandos habrían entendido que filtró el borrador de un informe que advertía de los riesgos que entrañaba el virus. Antes, a finales de enero, había recomendado a los policías en aeropuertos y fronteras que extremasen las precauciones. Poco después ordenó la compra de miles y mascarillas y guantes. Capítulos y escenas dignos de “The wire” en tiempos de pandemia.

Un respetado militar de carrera

Brett Crozier no es cualquiera en la marina. Su trayectoria es de la de militar muy respetado, que se graduó en la Academia Naval en 1992 y ha ampliado sus títulos durante años. Piloto del combate en varias portaaviones, durante años participó en operaciones de riesgo y entre las aeronaves que ha pilotado figura el F-18. Su currículum es el de un as de la aviación que terminó por comandar algunos de los buques más sofisticados y poderosos de la armada, incluido el “USS Ronald Reagan”, el portaaviones “George Washington” y el “USS Blue Ridge”.

Como de costumbre en estos casos, sus superiores, a la hora de cesarle, adujeron motivos de seguridad nacional y, sobre todo, el empeño para evitar la alarma. Pero todo apunta a que más valía haber alarmado a la población con 3 marineros infectados que con casi 200. La noticia de su destitución provocó la inmediata reacción de los medios, mientras la petición en Change.org para pedir que sea restituido alcanza ya las 253.184 firmas.

En su pliego de acusaciones el secretario de Marina destaca la de «provocar el pánico» y, sobre todo, «crear la percepción de que la Marina no está haciendo su trabajo, el gobierno no está haciendo, y eso simplemente no es cierto».