Coronavirus
Boris Johnson permanece «estable y de buen ánimo» en la UCI
A la espera de alcanzar el pico de la pandemia, crecen las dudas sobre el liderazgo del sucesor provisional, Dominic Raab
La pandemia por Covid-19 está causando estragos en los Gobiernos a ambos lados del Atlántico. Pero en Reino Unido la situación es aún más excepcional al tener al inquilino del Número 10 en la UCI. Según el parte de Downing Street, Boris Johnson continuaba en la UCI del hospital público de St Thomas, pero está «respondiendo al tratamiento» y se encuentra «con buen ánimo». El líder «tory» está recibiendo oxígeno, pero respira por sí mismo y no ha requerido de ningún «método invasivo» que haya obligado a sedarle o entubarle.
«Estamos profundamente agradecidos por los mensajes de apoyo que el primer ministro ha recibido. Creo que la respuesta de la población ante el coronavirus ha sido fantástica y eso ha quedado de manifestado en los aplausos que ha dado al personal del NHS [Sanidad británica] cada semana», subrayó el portavoz.
Johnson, de 55 años y sin problemas de salud previos, tuvo que ser ingresado el domingo en el hospital después de que los síntomas por Covid-19 no remitiesen desde que el 27 de marzo anunciara él mismo a través de redes sociales que había dado positivo. El lunes por la noche la situación empeoró aún más y tuvo que ser trasladado a la unidad de cuidados intensivos. Según los medios locales, en las últimas horas, la fiebre había bajado. Pero el portavoz del Gobierno no quiso dar más detalles al respecto.
Ante las grandes preguntas que se plantean sobre la gestión del Ejecutivo, el portavoz matizó que el primer ministro «no está trabajando», pero «sí está en contacto con las personas que necesita». Ante la ausencia del «premier», el titular de Exteriores, Dominic Raab, es la persona que, en teoría, tiene ahora las riendas. Si éste llegase a enfermar, sería el ministro de Economía, Rishi Sunak, quien ocuparía la responsabilidad del Ejecutivo.
El responsable de la diplomacia británica presidió ayer la reunión diaria del comité de emergencia Cobra para evaluar la situación de la pandemia. Sin embargo, no está claro si realmente tiene la última palabra en la toma de decisiones y, cada vez que le preguntan específicamente sobre el tema, echa balones fuera. «El primer ministro me dio instrucciones muy claras sobre cómo se debía tratar la pandemia y me pidió que lo sustituyese por el tiempo que sea necesario. Pero la responsabilidad colectiva y los principios que existen en el Gabinete son los mismos», matiza.
El problema es que, tarde o temprano, tendrán que tomarse decisiones y deberá haber una voz de autoridad, porque Downing Street tiene asumido que la situación de Johnson va para largo. Incluso si sale pronto de la UCI, normalmente, se recomienda que el paciente esté una semana de reposo por cada día que estuvo ingresado. Según los medios británicos, hay un plan en caso de que se diera el peor desenlace, pero es «secreto».
De momento, el mayor reto a corto plazo es decidir si se modifican las medidas del confinamiento. Existían dudas sobre si podría llegar a levantarse sin el consentimiento del «premier». El Ejecutivo se había comprometido a revisar el lunes la situación después de las tres primeras semanas de cuarentena. Los ciudadanos tienen ahora la instrucción de no salir de casa a menos que sea para comprar alimentos o medicinas, hacer algún tipo de ejercicio físico o ayudar a alguna persona vulnerable.
Los medios barajaban la posibilidad de que las escuelas pudieran abrirse de nuevo tras Semana Santa. No obstante, un portavoz del Número 10 adelantó ayer que, de momento, no hay planes para cambiar las medidas porque aún no se ha llegado al pico de la pandemia. El miércoles, los británicos vivieron el día más trágico: récord de 938 muertes en 24 horas. El virus ya se había cobrado la vida de 7.097 personas.
Londres, listo para el peor escenario
El alcalde de Londres, el laborista Sadiq Khan, advirtió ayer de que la capital británica “no está ni cerca” de poder levantar las actuales medidas de confinamiento. “Creo que el pico -que es la peor parte del virus- se producirá probablemente dentro de una semana y media”, señaló.
Asimismo, indicó que la ciudad cuenta ahora con “capacidad” para lidiar con sus “necesidades” en cuanto al número de camas disponibles en las que tratar a pacientes de coronavirus que requieran de cuidados críticos. “Hace unas semanas comenzamos a planificar esperando lo peor, que es el pico en el que necesitaríamos en Londres alrededor de 8.000 unidades de camas para cuidados intensivos", comentó el político.
A fin de dar una idea acerca de la magnitud del desafío al que se enfrenta la urbe, Khan observó que Londres cuenta normalmente con unas 800 unidades equipadas con ventiladores, oxígeno “y ese tipo de cosas”. Pero tras habilitar el llamado hospital Nightingale en el centro de convenciones del ExCeL -con capacidad para 4.000 pacientes-la ciudad cuenta ahora con los medios suficientes para afrontar la situación.
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