Unión Europea

La UE rebaja las críticas a China por la ocultación de datos reales

El PPE y los liberales piden a Borrell explicaciones por los cambios en un informe sobre la opacidad de Pekín en la pandemia de coronavirus

EU Commission European Foreign Ministers Council
El Alto Representante, Josep Borrell, tras una reunión con los ministros de Exteriores de la UEOLIVIER HOSLET / POOLEFE

La Comisión Europea rechazó ayer haber cedido a presuntas presiones por parte de Pekín para introducir cambios en el último informe sobre prácticas de desinformación llevadas a cabo por Rusia y China, relacionadas con el coronavirus. Según han publicado diversos medios internacionales como el “New York Times” o el digital “Político", el Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) -comandado por el español Josep Borrell- acabó claudicando ante estas maniobras y el texto que fue publicado finalmente el pasado viernes era más suave que el redactado inicialmente en un borrador anterior.

El digital “Político” asegura haber contactado con tres fuentes, las cuáles confirmaron las presiones de la diplomacia del gigante asiático sobre el contenido final del documento. Esto habría llevado a eliminar la expresión de campaña de “desinformación global” para referirse a la estrategia de China y también suprimir las alusiones a la críticas de Pekín sobre la forma en la que Francia ha gestionado la crisis de la pandemia.

Este pasado viernes, el “New York Times” también publicaba el contenido de un e-mail de un asesor de Borrell en el que pedía dulcificar el contenido del informe mientras otro funcionario europeo acusaba a sus colegas de “autocensurarse para tranquilizar al Partido Comunista chino”.

Después de estas revelaciones, tanto el Partido Popular Europeo (PPE) como los liberales de Renew Europe han pedido al máximo representante de la diplomacia comunitaria que aclare estos hechos. El PPE exigió ayer al ex ministro de Asuntos Exteriores español que explique “con todos los detalles y sin ningún retraso” lo sucedido ya que si estas informaciones sobre la suavización del informe fueran ciertas sería “totalmente inaceptable”. Eurodiputados de Renew Europe están aglutinando firmas de todas las formaciones políticas en el hemiciclo para redactar una carta dirigida a Borrell.

“Estoy profundamente preocupado por los informes que aseguran que el Servicio de Acción Exterior recibió instrucciones para atemperar el análisis de las campañas de desinformación chinas. Si es cierto, es un serio problema”, aseguró ayer el promotor de esta carta, el eurodiputado holandés Bart Goorthuis.

El portavoz del político español, Peter Stano, rechazó ayer “cualquier indicación o queja de que en nuestros informes estamos cediendo a ningún tipo de presión exterior” y puso como ejemplo la página web euvsdisifno.eu en la que el grupo de trabajo del Servicio de Acción Exterior publica sus informes periódicos sobre las conocidas como fakes news y teorias conspirativas. En este último documento sobre el coronavirus, el texto asegura que “fuentes oficiales y respaldadas por el Estado de varios gobiernos, incluidas Rusia y, en menor medida China”, están detrás de estas campaña de desinformación dirigidas a “amplias audiencias” de la UE y otras potencias.

Sobre la posibilidad de una versión anterior más dura -tal y como apuntan estos medios internacionales - Stano explicó que en estos casos suelen redactarse dos documentos separados según su destino: un texto interno no diseñado para el gran público y otro que acaba publicándose y que obedece a un un “procedimiento editorial diferente” ya que su audiencia es también diferente. Según la versión del portavoz, estos dos documentos según sus diferentes destinatarios, no son necesariamente “el reflejo el uno del otro, aunque pueden estar relacionados porque toquen el mismo tema” y la polémica de estos últimos días se debe a una “percepción errónea” del método de trabajo de las instituciones europeas en estas situaciones.

Sobre si se han producido contactos con Pekín sobre este informe, el portavoz aseguró que las publicaciones son independientes y que cualquier interacción con las autoridades chinas se limita al ámbito diplomático, sin que se consulte el contenido de este tipo de textos.

Al ser preguntado por este asunto, el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Geng Shuang, aseguró ayer que “China es una víctima y no una fuente de desinformación”.