Reino Unido
Boris Johnson impulsará la bici y el teletrabajo
El Gobierno británico ultima un plan de desescalada “light” que prevé pequeñas reuniones. Pubs y restaurantes seguirán cerrados
Boris Johnson se ha comprometido a que, a partir de la próxima semana, los británicos comenzarán poco a poco a retomar la normalidad. Sin embargo, el plan de desescalada que el primer ministro anunciará el domingo será más bien un lavado de cara porque el esqueleto clave del confinamiento va a permanecer el pie.
Después de que Reino Unido se haya convertido en el país más afectado de Europa por la pandemia de Covid-19, el inquilino de Downing Street quiere ir con pies de plomo. Según las últimas cifras oficiales, el número de muertos (que además de hospitales, incluye residencias de mayores y domicilios particulares) asciende ya a 30.615. A nivel global, solo es superado por los Estados Unidos.
Legalmente, era este jueves cuando se cumplía en Reino Unido el plazo de la extensión de la cuarentena impuesta el pasado 23 marzo. Sin embargo, el primer ministro ha atrasado su decisión hasta el fin de semana, defendiendo que de esta manera tendrá más información por parte de los científicos. Los datos serán discutidos con su Gabinete, con el que se reunirá diariamente a través de videoconferencia
Una vez que Reino Unido ha sobrepasado ya el pico de la pandemia, el objetivo del Ejecutivo es que la ratio de contagios provocados por una persona afectada (ahora situada en 0,7) permanezca por debajo de 1.
A falta de confirmación oficial, según lo que va adelantando ya la prensa, Downing Street cambiará su exitoso mensaje de “Quédate en casa. Salva vidas” por “Permanece seguro. Salva vidas”. Se espera que haya algún tipo de anuncio menor, pero en la práctica el confinamiento continuará. “Esto no es como apagar un interruptor para que todas las restricciones desaparezcan al mismo tiempo. La gente deberá acostumbrarse a una nueva normalidad”, matizó ayer un portavoz del Número 10.
El problema es que cada vez hay más presión por suministrar oxígeno a la economía. El Banco de Inglaterra, prevé que la economía británica sufra en 2020 la mayor recesión de su historia, con una caída del PIB del 14% en el conjunto del año, después de que la actividad se contraiga un 2,9% en el primer trimestre y hasta un 25% en el segundo. Según las estimaciones, como consecuencia de cuarentena para frenar la pandemia, el desempleo también se duplicará: pasará del 4% de 2019 al 8%.
En cualquier caso, el Gobierno sigue pidiendo cautela. Este sentido, se recomendará a las personas que puedan trabajar desde sus domicilios que lo sigan haciendo y aquellos que tengan que acudir a la oficina, se les pedirá que eviten en la medida de lo posible el transporte público y utilicen la bicicleta. Es muy probable que comiencen a permitirse pequeñas reuniones sociales.
Asimismo, se permitirá realizar deporte tantas veces que como se quiera al día (hasta ahora sólo es posible una vez). Pero pubs y restaurantes permanecerán cerrados Y aunque, en principio, se dijo que los colegios abrirían sus puertas en junio (el curso escolar no termina hasta finales de julio), el ministro de Sanidad, Matt Hancock considera ahora que es demasiado “arriesgado”, por lo que quizá las aulas no se abran ya hasta septiembre.
Desescalada por territorios
Las medidas que anuncie el primer ministro se aplicarán solo a Inglaterra. Al igual que ocurre en la República federal de Alemania, donde se ha dado liberad a los “Lander” (estado), en Reino Unido, Escocia, Gales e Irlanda del Norte tienen el poder de divergir ahora ante la estrategia que adopte Downing Street.
Durante estos días se llevarán a cabo distintas reuniones los gobiernos de las diferentes naciones que componen el país. Con todo, la ministra principal escocesa, Nicola Sturgeon, ya ha adelantado que el confinamiento en Escocia se extenderá. “Relajar ahora las medidas es muy arriesgado. Todavía hay mucha gente contagiada”, matizó. Por su parte, las autoridades galesas y norirlandesas señalaron que, continúan las discusiones al respecto, aunque advierten que “hay que actuar con cuidado para evitar un segundo pico”.
Por su parte, el líder de la oposición laborista, Keir Starmer, señaló que espera que el Gobierno continúe con el confinamiento. “Las restricciones deben permanecer hasta que estemos seguros de que la tasa de infección se ha reducido”, recalcó.
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