Boris Johnson

El asesor estrella de Boris Johnson: ni se arrepiente, ni dimite

Dominic Cummings ignora las críticas y justifica saltarse la cuarentena porque “mi mujer me dijo que se sentía muy enferma, que había vomitado y pensé que podía desmayarse"

“Creo que lo que hice fue razonable dentro de las circunstancias. La forma en la que actué fue para evitar riesgos sobre las personas implicadas". Así explicó este lunes Dominic Cummings, principal asesor de Boris Johnson, su polémico viaje de más de 400 kilómetros durante la cuarentena hasta la localidad de Durham, para que su familia pudiera cuidar a su hijo.

El gurú de Johnson viajó desde Londres debido a que su mujer había experimentado síntomas de coronavirus. “Mi mujer me dijo que se sentía muy enferma, que había vomitado y pensé que podía desmayarse", se justificaba Cummings. Pero aseguró que no se arrepiente y niega que vaya a dimitir, a pesar de poner en duda las directrices del Gobierno, que pidió a los británicos aislarse en casa si tenían síntomas.

El mensaje del asesor estrella del primer ministro británico llega después de que Johnson recibiera multitud de críticas por no cesar a su ‘mano derecha'. Y, es que, el polémico viaje de Cummings ha puesto sobre las cuerdas la confianza sobre el Gobierno británico, que ya ha visto agrietada parte de su confianza por la gestión de coronavirus.

A las criticas de la oposición se han unieron algunos miembros del Partido Conservador, que piden la dimisión de Dominic Cummings por dañar “al Gobierno y al país que se supone que debe de estar sirviendo".

La decisión del “premier” de apoyar y justificar el viaje del que fuera gurú de la campaña del Brexit en el referéndum de 2016 ha puesto en duda la confianza de varios de los miembros de su partido, así como de importantes voces del sector científico y hasta del religioso, por ejemplo con críticas por parte de la obispo anglicana de Bristol.

La decisión de Cummings fue justificada por Johnson porque “no tenía alternativa” y temía que “tanto él como su mujer iban a quedar incapacitados por coronavirus".

Una justificación que no han aceptado 20 parlamentarios conservadores, que han pedido la renuncia de Cummings por poner en duda la credibilidad del Gobierno de Johnson. “No nos han dado la posibilidad de interpretar las reglas. Si funcionara así, sería un completo caos. Esto daña al Gobierno y al país que se supone que debe de estar sirviendo", aseguró el parlamentario “tory” David Warburton, cuyo padre falleció por coronavirus.

Este lunes se han conocido más datos sobre la “escapada" del asesor al noreste de Inglaterra que pondrían en duda su versión. Según los diarios “The Observer” y “Daily Mirror”, Cummings no solo habría estado en Durham junto a su familia, sino que habría visitado la cercana localidad de Barnard Castle a mediados de abril.

Además de las críticas internas, el apoyo de Johnson a su asesor sigue provocando acusaciones desde la oposición. El líder del Partido Laborista, Keir Starmer ha pedido una investigación, así como ha acusado al primer ministro de “tratar a los británicos con desprecio".

Posición compartida por los otros dos partidos mayoritarios en Westminster, los nacionalistas escoceses y los liberal demócratas, que han pedido su cese y una investigación.

Tanto la comunidad científica como la religiosa se han unido a las críticas por la gestión del Gobierno de este polémico asunto. La obispo de Britsol, Vivienne Faull, acusó a Johnson de “no tener respeto por la gente", mientras que su homólogo en Leeds considera que se ha tomado a los ciudadanos por “estúpidos".

Steve White, jefe de Policía de Durham, la localidad a la que viajó Cummings desde Londres, ha pedido “esclarecer los hechos para decidir si se ha incumplido la ley".

El caso del asesor estrella de Johnson se une a los de la consejera de Sanidad de Escocia y al profesor Neil Ferguson. Catherine Calderwood, al frente de la gestión sanitaria en Escocia, tuvo que dimitir al descubrirse que había viajado dos veces a su segunda residencia durante la cuarentena.

Por su parte, Neil Ferguson, científico asesor del Gobierno para la gestión de la crisis del coronavirus, renunció a su cargo tras conocerse que una mujer con la que mantenía una relación sentimental le había visitado en su casa en mitad del confinamiento.