Unión Europea

Éxodo de británicos a la UE tras el Brexit

El número de ciudadanos de Reino Unido que se ha trasladado a vivir a un país del bloque comunitario se dispara un 30%, con España y Francia a la cabeza

Turistas británicos en Barcelona
Una pareja de turistas británicos descansa en un banco de las Ramblas en BarcelonaEnric FontcubertaEFE

Este verano se cumplen cuatro años de un plebiscito que cambió para siempre el destino de la UE. Los británicos ponían fin a un vínculo de cuatro décadas con el bloque. La relación siempre fue compleja. Mucho vaticinaron en su momento que “era mala, pero no tanto para terminar en divorcio”. Pero se equivocaron. El resultado del histórico referéndum fue sumamente ajustado, pero después de que el 51.89% de los votos abogaran por la salida, ya no había vuelta atrás.

Y el “shock” ha llevado a mucho a abandonar el país. En concreto, el número de británicos que han emigrados a otros países de la UE ha aumentado en un 30% desde el plebiscito. La mitad tomó la decisión en los primeros tres meses después de que tuviera lugar la consulta. Y España, donde viven ahora alrededor de 380.000 británicos, se ha convertido en el destino predilecto para los “exiliados”, según revela ahora los datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y Eurostat, la agencia estadística europea.

Si entre 2008 y 2015 hubo un promedio de 2.300 británicos que se registraban anualmente como emigrantes en España (al estar por aquel entonces dentro de la UE tampoco era obligatorio), después del referéndum de 2016, la cifra se multiplicó por cinco, con 21.250 inscripciones en los dos años entre 2016 y 2018.

El estudio revela que la migración total de Reino Unido a los países de la UE era de una media de 56.832 personas al año entre 2008 y 2015, creciendo hasta los 73.642 anuales entre 2016-2018. Asimismo, también muestra un aumento del 500% en aquellos que hicieron viaje y luego decidieron incluso solicitar la ciudadanía del país europeo que les acogió.

Stanley Johnson, padre del mismísimo primer ministro británico, Boris Johnson, ha solicitado el pasaporte francés al tener madre francesa. De momento, el progenitor sigue viviendo en Reino Unido, pero nunca ha ocultado sus ideales europeístas. Es más, fue uno de los primeros británicos en trabajar en las instituciones de Bruselas, donde por cierto el ahora inquilino de Downing Street ejerció como corresponsal antes de meterse a política.

En el caso de Alemania, se ha experimentado un aumento del 2.000%, con 31.600 británicos naturalizándose allí desde el referéndum. “Estos aumentos en las cifras son de una magnitud que cabría esperar cuando un país se ve afectado por una gran crisis económica o política”, señala a “The Guardian” Daniel Auer, coautor del estudio de la Universidad de Oxford en Berlín y el Centro de Ciencias Sociales de Berlín.

El experto explica que la mitad decidió abandonar Reino Unido rápidamente. “Un hallazgo importante de la evidencia empírica asociada con Brexit es la reducción de los niveles de consideración en la toma de decisiones, con aumentos en los niveles de impulsividad, espontaneidad y la toma de riesgos correspondiente”, matiza.

Si bien el acuerdo de retirada que se cerró “in extremis” a finales del año pasado garantizó que este enero Reino Unido saliera de manera “ordenada” de la UE, regulando los derechos de los comunitarios residentes en el país y de los británicos repartidos en el resto del bloque, no garantizó los derechos de libre circulación de los inmigrantes británicos, restringiendo las perspectivas de empleo y residencia en otros estados miembros del bloque.

Aunque los británicos abandonaron el 31 de enero oficialmente la UE, hasta finales de año todo sigue igual en la práctica en un periodo de transición en el que Londres y Bruselas intentan cerrar ahora un acuerdo comercial.

La incertidumbre es lo que ha marcado estos últimos años de intensas negociaciones. Y en este sentido, el coautor del estudio, Daniel Tetlow, señala que el “Brexit fue, con mucho, el impulsor más dominante de las decisiones de migración desde 2016”. La solicitud del pasaporte del país de acogida fue, según el estudio, “una evidencia más de que un número cada vez mayor está tomando decisiones de migración para protegerse de algunos de los efectos más negativos del Brexit en sus vidas”.

La pérdida clave para los ciudadanos británicos es la libertad de moverse del país dentro de la UE o trabajar u ofrecer servicios a través de una frontera. Esto no se aplica a comunitarios residentes en Reino Unido, que conservan los derechos de libre circulación para moverse por el bloque.

Detrás de España como destino más popular para los británicos que han decidido empezar una vida fuera de Reino Unido se encuentra Francia. Entre 2008 y 2015, el número de registros fue de poco más de 500 al año. Después del referéndum, esto se multiplicó por diez con 5.000 registros en los siguientes dos años.

En Alemania, 14.600 británicos tenían doble nacionalidad en 2019 en comparación con 622 en 2015. Un total de 31.600 solicitaron y recibieron la ciudadanía alemana en los tres años posteriores al referéndum (2016 a 2019) con otros 15,000 pasaportes alemanes previstos para 2020. Se espera que 120.000 británicos en Alemania tengan doble ciudadanía para fines de este año.