Estados Unidos

¿Quién es Jill Biden?

El candidato demócrata tiene en su esposa, que siguió trabajando como profesora de Inglés cuando éste era el vicepresidente de Obama, su mejor baza para mostrar su perfil más humano ante el electorado

Jill Biden va a asumir un papel importante en la campaña presidencial de su marido
Jill Biden va a asumir un papel importante en la campaña presidencial de su maridoGerald HerbertAP

Era el día, la noche, de Jill Biden, la mujer que llegó después de que en 1972 Joe Biden perdiera a su primera esposa, Neilia, en un atroz accidente de tráfico donde también pereció su hija de un año, Noami. El senador contrajo matrimonio con la profesora de Inglés en 1977, y Jill adoptó a los dos hijos supervivientes del Biden, Beau y Hunter. Posteriormente tuvieron una niña, Ashley, en 1981.

La mujer que mantuvo su trabajo como maestra mientras su marido era vicepresidente con Barack Obama tiene al fin la oportunidad de ensalzar las mejores cualidades y calidades del candidato. Alguien al que nadie conoce por la originalidad de sus ideas, su visceralidad ideológica o su afán por armar un programa y sí, mucho más, por su simpatía natural, su facilidad para entenderse con cualquiera, incluidos sus rivales, y su poca paciencia con el sectarismo.

La campaña ya anunció que Jill tenía previsto hablar después de que su marido aceptase oficialmente la nominación. Y que en una convención rodada en mil y un lugares de EE.UU. ella tenía previsto participar desde el aula 232 de Brandywine High School, donde enseñaba.

Conocida por su fuerte carácter y, sí, su talante bromista, nadie esperaba un discurso de componendas y emplastes. En palabras de Jada Yuan y Annie Linskey, del “Washington Post”, lo que todo el país quiere saber es si está preparada para ayudar a su marido a conseguir la victoria.

Ambivalente respecto a la pasarela de la política pronostican que en esta ocasión piensa implicarse mucho más que las dos anteriores ocasiones en las que Biden trató de ganar la nominación demócrata, en 1998 y 2008. El país tiene los ojos puestos en ella.