Australia

“Hay más espías y agentes extranjeros operando contra los intereses australianos que en la Guerra Fría”

El jefe de la Inteligencia de Australia alerta de que naciones no identificadas buscan robar secretos de Estado

El presidente chino Xi Jinping
El presidente chino Xi JinpingJu PengAP

Los niveles de espionaje en Australia son mayores que durante la guerra fría, señaló este martes el jefe de la agencia de Inteligencia australiana, Michael Burgess, quien también alertó de que la pandemia de la covid-19 está avivando la actividad de los grupos de extrema derecha.

“Hay más espías y agentes extranjeros operando contra los intereses australianos que cuando estábamos en el pico de la Guerra Fría”, expresó el jefe de la Organización Australiana de Seguridad e Inteligencia (ASIO, siglas en inglés) ante un comité de control del Senado en Camberra.

Burgess apuntó que naciones no identificadas buscan robar secretos de Estado, manipular las políticas gubernamentales e intentan “implantar dudosos políticos en todos los niveles de gobierno para promover los intereses de países extranjeros”.

A pesar de que Burgess no mencionó a ningún país en concreto, el gobierno australiano ha investigado diversos casos de presunta infiltración, interferencia política y ciberataques presuntamente procedentes de China, que el gigante asiático siempre ha negado.

En noviembre del año pasado el antecesor de Burgess, Duncan Lewis, denunció en una entrevista al diario “The Sydney Morning Herald” la profunda injerencia de China en la política del país oceánico para “apoderarse” del sistema político australiano a través de sus “insidiosas” operaciones de espionaje e interferencia.

En uno de los últimos incidentes, la Policía australiana y la ASIO realizaron registros en junio en la vivienda y oficina del representante del Legislativo estatal de Nueva Gales del Sur Shaoquett Moselmane, sospechoso de formar parte de un supuesto plan de interferencia china. A raíz del caso de Moselmane, las autoridades también realizaron registros en las viviendas de cuatro periodistas chinos.

Los supuestos lazos del Partido Comunista Chino con la legisladora Gladys Liu, de la coalición gobernante, agitaron el año pasado el tablero político de Camberra, que en 2018 vio como el senador laborista Sam Dastyari dimitía al salir a la luz sus nexos con el empresario chino Huang Xiangmo, vinculado a Pekín.

En noviembre del año pasado, uUn desertor chino implicado en operaciones de espionaje en Australia, Hong Kong y Taiwán reveló a las autoridades de Australia la vasta actividad en labores de ese tipo y de interferencia política de China. El agente, identificado como Wang “William” Liqiang, dio a la inteligencia australiana los nombres de los altos cargos de la inteligencia china en Hong Kong y expuso “al detalle” cómo Pekín financia y lleva a cabo actividades de interferencia política.

ACTIVIDAD DE GRUPOS DE EXTREMA DERECHA AL ALZA

Burgess también manifestó ante el comité que las actividades de los grupos de extrema derecha han aumentado, especialmente entre los jóvenes y por lo general a través de internet. El jefe de la Inteligencia australiana precisó que hasta un 40 por ciento de las investigaciones antiterroristas se centran sobre personas de extrema derecha, en comparación con el 15 por ciento de las investigaciones que se producían antes de 2016.

“Ellos (la extrema derecha) ven a pandemia como la prueba del fracaso de la globalización, la multiculturalidad y la democracia, y como la confirmación del colapso social y que la ‘guerra de razas’ es inevitable”, asegura el jefe de la ASIO, que replantea sus recursos para atajar esta amenaza. EFE